Editorial Alaire

una escalera

como una escalera
que insiste en posición de método
poder confiar contra una pared
alta, demasiado alta
o pide silencio o que no hable
del sentido que acepta tantas veces,
la distancia funcional
donde lo inútil se construye,
el aire,


durmiendo una luz sumergida
cancela todo verso que encuentro.
Ha llovido todo el mes
canciones de palabras imposibles,
el pájaro que aún canta
nunca dice amor,
en condiciones de casi naufragio
considera que las manchas
en la pared son barcos escondidos,


inventa un ojo de conejo
cansado de todo,
no sabe
por qué hay sol
o cómo el corazón
tarda en los espejos,
si la memoria
es esta sed que se apaga,
es pero es,
a cada momento.

.
.
.

Es difícil a veces subirse a la escalera, los peldaños son escarpados, lo expresas claramente, abandonarla es todavía mucho más difícil. Y los pájaros hay que echarlos a volar para que canten. El ojo de conejo, me recordó al conejo blanco de Lewis Carroll, siempre alerta para conducirnos al hoyo, nunca hay que seguir al conejo blanco, eso lo aprendí del cuento.

Beso.

Hermoso e interesante trabajo de Macedonio.

Un poema duro Macedonio, la espera...

Estos versos, dentro de que todo el poema es resaltable, me han cautivado:

"Ha llovido todo el mes
canciones de palabras imposibles"

Por cierto la cita que cierra tus poemas y comentarios es genial .

Un abrazo amigo.

Un poema muy sensitivo, que apura en este trago de excelentes versos, el tedio y la amargura, de todo una vida, o tan sólo de su momento más hastiado.

Un abrazo, amigo Tracel.

Hay otra inercia, levantas la escalera, la apoyas en el aire, subes, la pared no, no sube más, lo funcional se muere, se accede a otras alturas que sólo el amor puede hacer válidas si se pronuncia sin pensar en el amor. Eres un poeta grande, porque abstraigo la escalera y sigue quedándome Jacob, rudo, obstinado, con su oído atento a su propia espiral. Te admiro mucho, Macedonio, espero que estés bien. Abrazo grande.

Carmen López escribió:Es difícil a veces subirse a la escalera, los peldaños son escarpados, lo expresas claramente, abandonarla es todavía mucho más difícil. Y los pájaros hay que echarlos a volar para que canten. El ojo de conejo, me recordó al conejo blanco de Lewis Carroll, siempre alerta para conducirnos al hoyo, nunca hay que seguir al conejo blanco, eso lo aprendí del cuento.

Beso.

es un texto este que se me adelantó a decirse. aún lo miro desconfiado. beso