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CUANDO LOS ÁRBOLES DESNUDEN SU BELLEZA.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 0:12
por Guadalupe Jiménez
CUANDO LOS ÁRBOLES DESNUDEN SU BELLEZA.

"Espérame cuando los árboles desnuden su belleza". Han pasado veinte años desde aquella frase y cada otoño regreso a nuestro parque para encontrarte. Me siento en el mismo banco donde cada tarde me leías, llevo mis libros y recito en voz alta por si estás escondida entre alguno de los árboles.
Aún recuerdo la última vez que nos vimos. Tú, elegante como siempre, paseando sobre el manto ocre del suelo ya cubierto de las primeras hojas. El pelo suelto, brillando al compás de los últimos rayos del sol que se hacían visibles entre las ramas. Confieso que me gustaba el color de tinte que te dabas, aprovechando las estaciones para cambiar de imagen y el otoño, sin duda, era cuando más preciosa me parecías. Simulabas las luces de ese sol en la primera hora de la mañana, dibujando con mechas los tonos diferentes de la hojarasca. Por mi parte era el mismo chico asustadizo que cada día llegaba media hora antes de la cita para verte caminando hacia mí; mis vaqueros, camisa a cuadros en tonos beige y mis zapatos siempre brillantes, sonrisa nerviosa que se marcaba con un leve "tic" en la comisura de mis labios.
Aquel día nos acompañó el anochecer hasta que ya sin luz tuvimos que regresar. Traté de alargar mi mano para tomar la tuya pero estaba tan nervioso que ni siquiera podía moverla, caminamos hacia tu casa y el silencio se hizo presente. Tu mirada ausente me preocupaba, más nervioso aún me atreví a preguntarte qué sucedía, -nada-, esa fue tu respuesta. Al llegar dos calles antes de tu casa me detuviste, miré fijamente tus ojos y dije:
-¿Mañana a la misma hora?
Y tú respondiste lo de siempre:
-claro.
A las tres y media en punto te esperaba en aquel parque, pero ese día te habías adelantado y solo tenía una nota en aquel frío banco: "Espérame cuando los árboles desnuden su belleza". Era el primer día de invierno y supe que no nos veríamos hasta el próximo otoño. Conté los días restantes, estación por estación, hasta que por fin regresó pero tú no volviste con él.
Siguiendo el mismo ritual de siempre he pasado a comprar el periódico, ya sabes que los domingos lo cojo por el suplemento de cultura que viene. Con la prensa bajo el brazo, mi abrigo tipo gabardina y la cajetilla de tabaco me senté a leer los artículos mientras te espero. Acomodé la gabardina sobre el respaldo del banco, los han cambiado y ya no son de madera como antes sino de acero forjado, son bonitos pero nada prácticos. Abrí la primera página del suplemento de lecturas recomendadas, a ti era lo único que te gustaba y me dispuse a leértelo como si estuvieras.
-"La mirada del otro" de Juan Inciso por ediciones Tal vez.
-"Hojarasca" de Alicia Roxet por ediciones Futuras.
-"Espérame cuando los árboles desnuden su belleza" de...
Ahora comprendo que no importan los otoños que pasen, nunca regresarás, tan solo era el título de tu futura novela.
Guadalupe Jiménez.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 13:31
por Silvia Savall
Esta prosa no tiene palabras, es lo más bonito que he leído, eres mágica en las letras todo un honor estar presente mi querida poeta.

Besitos infinitos.

Re: CUANDO LOS ÁRBOLES DESNUDEN SU BELLEZA.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 14:03
por Hallie Hernández Alfaro
Guadalupe Jiménez escribió:CUANDO LOS ÁRBOLES DESNUDEN SU BELLEZA.

"Espérame cuando los árboles desnuden su belleza". Han pasado veinte años desde aquella frase y cada otoño regreso a nuestro parque para encontrarte. Me siento en el mismo banco donde cada tarde me leías, llevo mis libros y recito en voz alta por si estás escondida entre alguno de los árboles.
Aún recuerdo la última vez que nos vimos. Tú, elegante como siempre, paseando sobre el manto ocre del suelo ya cubierto de las primeras hojas. El pelo suelto, brillando al compás de los últimos rayos del sol que se hacían visibles entre las ramas. Confieso que me gustaba el color de tinte que te dabas, aprovechando las estaciones para cambiar de imagen y el otoño, sin duda, era cuando más preciosa me parecías. Simulabas las luces de ese sol en la primera hora de la mañana, dibujando con mechas los tonos diferentes de la hojarasca. Por mi parte era el mismo chico asustadizo que cada día llegaba media hora antes de la cita para verte caminando hacia mí; mis vaqueros, camisa a cuadros en tonos beige y mis zapatos siempre brillantes, sonrisa nerviosa que se marcaba con un leve "tic" en la comisura de mis labios.
Aquel día nos acompañó el anochecer hasta que ya sin luz tuvimos que regresar. Traté de alargar mi mano para tomar la tuya pero estaba tan nervioso que ni siquiera podía moverla, caminamos hacia tu casa y el silencio se hizo presente. Tu mirada ausente me preocupaba, más nervioso aún me atreví a preguntarte qué sucedía, -nada-, esa fue tu respuesta. Al llegar dos calles antes de tu casa me detuviste, miré fijamente tus ojos y dije:
-¿Mañana a la misma hora?
Y tú respondiste lo de siempre:
-claro.
A las tres y media en punto te esperaba en aquel parque, pero ese día te habías adelantado y solo tenía una nota en aquel frío banco: "Espérame cuando los árboles desnuden su belleza". Era el primer día de invierno y supe que no nos veríamos hasta el próximo otoño. Conté los días restantes, estación por estación, hasta que por fin regresó pero tú no volviste con él.
Siguiendo el mismo ritual de siempre he pasado a comprar el periódico, ya sabes que los domingos lo cojo por el suplemento de cultura que viene. Con la prensa bajo el brazo, mi abrigo tipo gabardina y la cajetilla de tabaco me senté a leer los artículos mientras te espero. Acomodé la gabardina sobre el respaldo del banco, los han cambiado y ya no son de madera como antes sino de acero forjado, son bonitos pero nada prácticos. Abrí la primera página del suplemento de lecturas recomendadas, a ti era lo único que te gustaba y me dispuse a leértelo como si estuvieras.
-"La mirada del otro" de Juan Inciso por ediciones Tal vez.
-"Hojarasca" de Alicia Roxet por ediciones Futuras.
-"Espérame cuando los árboles desnuden su belleza" de...
Ahora comprendo que no importan los otoños que pasen, nunca regresarás, tan solo era el título de tu futura novela.
Guadalupe Jiménez.



Bienvenida seas, Guadalupe. Alaire prosa es un espacio menos visitado que el foro de poemas; sin embargo trabajamos con mucho empeño para hacerlo brillar.

Gracias por compartir tu hermoso texto.

Saludos cordiales.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 15:39
por Carmen López
Un bello relato que has dejado, Guadalupe, espero que nos dejes muchos más.

Un abrazo.

Carmen

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 19:53
por Guadalupe Jiménez
Silvia.

Preciosa escribí esta prosa gracias a ti que te empeñaste en demostrarme que podía hacerlo. Un fuerte abrazo y gracias por tenerme siempre presente.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 19:54
por Guadalupe Jiménez
Hallie.

Gracias por tu bienvenida y acogida en este foro de prosa. Sé que es menos leído pero no por ello lo vamos a dejar.
Un abrazo compañero.

Publicado: Mar, 18 Feb 2014 19:59
por Guadalupe Jiménez
Carmen.

Gracias por estar presente. Trataré de pasar por aquí siempre que pueda.
Un saludo afectuoso

Publicado: Mié, 05 Mar 2014 22:22
por jorge muñoz
Guadalupe. Un relato hermoso y romántico que ha gustado leer. Un abrazo.