Editorial Alaire

El tiempo se llevó las trenzas y los once años.

Algo irrecuperable se volvió aire
y la risa ya no fue vidrio.
Irrité los bolsillos con miedo
y con rubor creciente.

Me confieso que fui:
rastreadora de raíces, de espejos con amor
y de ese algo que le falta al alma
cuando los dioses se cubren el rostro.

Cuánto he vagado por caminos
orientada por falsas estrellas,
por la atracción de sectas con aroma de incienso,
por máscaras celando cadáveres,
por dogmas y sotanas que requerían mis favores.

He sido peregrina incansable,
avecinando huellas de luz sobre la sombra.

No era consuelo la búsqueda
sino necesidad de alondras en el pecho
volando las arterias.

Quería enamorarme del mundo,
beber cálices de sándalo,
ser su aroma mi yo, la tierra y su sonido,
la gente como acorde afinado,
el todo.

Ya no lloro por los manantiales
que no me hablaron
pero me baño en los ríos que se hicieron mar.

Algo se ha hecho sencillo con los años,
-como gaviotas que se acercan sin temor a mi canto-
algo que he respirado con aquel oxígeno que quedó de las muertes.

Pilar un poema estupendo, los ríos que se hicieron mar, dogmas y sotanas, hermoso versos, gracias, amiga, un saludo.

Intenso e interesante poema con ese halo de sugerente nostalgia. Me gustó

saludos

rafael

Pilar, a mí me ha gustado mucho este poema, mucho. Es de esos, en los que uno se reconcilia con uno mismo, que cuando termina de escribirlos respira mejor. Te aplaudo.

Besos.

Carmen

Creo que sí, amiga, que debes confesarte de escribir un excelente poema, avalado por la nostalgia, con versos de diferentes medidas, pero con la fluidez precisa para leerse muy a gusto. Felicitaciones y mi abrazo.
Desde México, un canario.

José Manuel F. Febles

Gracias Guillermo por tu comentario a este poema. Siempre he estimado tu aportación a mis poemas como un valor añadido que no merezco.

Desde México, un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

Honda introspección que es como una catarsis donde el ser busca su reacomodo existencial, además de una cierta purificación del espíritu. Como siempre, me llevo la sensación de haber leído un poema nacido de las desgarraduras de la experiencia. Mis aplausos, amiga.

Un abrazo.
Óscar

Inmenso poema el que nos regalas, felicidades compañera, un honor dejarte mi huella.

Gracias y un abrazo.

Hermoso el pulso que alumbra la confesión, Pilar. Te entregas con lirismo al verbo evocador, resuelves con bondad sus espinas.

Abrazote, querida compañera.

Manuel Alonso escribió:Pilar un poema estupendo, los ríos que se hicieron mar, dogmas y sotan
as, hermoso versos, gracias, amiga, un saludo.

Gracias, Manuel, por tu amable comentario
Besos
Pilar

Pilar, este poema me ha llegado, consigue despertar el sentimiento, esta lleno de verdad y hondura. Grande, muchisimos aplausos para ti
Besos

Rafael Valdemar escribió:Intenso e interesante poema con ese halo de sugerente nostalgia. Me gustó

saludos

rafael

Me alegra que te gustara y que me lo dijeras. Gracias por estar
Besos
Pilar

Excepcional en fondo y forma, Pilar.

Aplausos
Ana

Carmen López escribió:Pilar, a mí me ha gustado mucho este poema, mucho. Es de esos, en los que uno se reconcilia con uno mismo, que cuando termina de escribirlos respira mejor. Te aplaudo.

Besos.

Carmen

Tus palabras me alegran y son bálsamo en heridas. Gracias, Carmen
Besos
Pilar

Me ha quedado una sensación de paz, de serenidad, al final, en esos ríos convertidos en mar. Un poema que me ha encantado, Pilar. Te felicito. Besos.