Editorial Alaire

Los círculos del aire
me dejan ver el hielo de los Polos
y a través de la luz
contemplo los poemas.

En lo oscuro los hombres
divisan las esferas de los astros
en cielos invernales
y escriben sus estrofas en silencio.

Despacio cae la nieve entre los árboles
al tiempo que los versos se deslizan
por rampas de belleza.

La soledad castiga con la locura gélida
mas las palabras sanan nuestra sangre
de la nostalgia apátrida.


Ana Muela Sopeña

Ana es un breve poema de gran calidad lírica, me ha gustado mucho, amiga, un saludo.

Un Poema que tiene una inmensa carga de veracidad, su frío y su calor nos acompañan.


Tal vez el Poeta sea eso, una especie de alquimista que convierte en oro las palabras, o el dolor, o el amor o la memoria toda.

Precioso Poema, amiga.

Un besazo.

Qué bien transcurren en tus versos el frío , la soledad y su sanación con la palabra.
Precioso cómo lo dices y cómo se siente el frío. Un placer, Ana
Besos
Pilar

El cielo de invierno es el cielo transparente. La gran masa está descalza, nos camina entre los ojos, nos lima el párpado, lo hace sangrar, nos cae hasta los labios la sangre, la lamemos, escribimos, la introducimos con la lengua en la garganta, escribimos, oblicuamente, como inclinados, como cayendo despacio, fulminados por nosotros mismos, escribimos. Me ha gustado mucho, Ana. Abrazos.

El ritmo del hepta y del endeca patenta esta especie de soneto quebrado
o cojo en los que entremezclas la opción de un metapoema con el ambiente
universal que aloja el frío.

un abrazo

Se cala hasta los huesos el ritmo que le has dado, y se abriga en tu palabra, precioso final, Ana. Un placer leerte.

Un abrazo.

Carmen