Editorial Alaire

Al fin tu sombra -temerosa y vana-
ha bebido el silencio. Mientras tanto
bocanadas asaltan el quebranto,
bajo tu falda trémula y lejana.

Lleva tu olor raíz de mejorana
y entre su sed el aire es esperanto
que murmura tu ardor mientras te canto,
todo el rumor infiel de la ventana.

Aflójate las alas vida mía...
No hay prisa ni temor y todavía
pinta la tarde un rictus somnoliento

y habita en el secreto de tu aliento,
una pasión sin más epifanía
que el beso más adusto y más sediento.

Alberto Madariaga
(2013)
a Nadia

Albetto, un poema entusiasta y muy enamoradizo con un final que descubre
ese secreto de ritmo y artistura de la que goza un buen soneto.

Me encantó leerte, amigo y aplaudir tu tu buen hacer.

Un soneto hermoso y lleno de vida. Un placer leerte
besos
Pilar

Alberto, me entusiasman tus sonetos, son mi género preferido, magníficos versos amigo, hasta pronto, un abrazo.

Sube para deleite de todos.

Ansiedad de la pureza, prurito elegante, carne de las alturas. Muy bello, mágico, como una cajia de música. Abrazos, Alberto.