Editorial Alaire

¿Sabes que ya no veo símbolos, ni los otorgo
según los imponderables de reir o llorar?.
El miedo a que una palabra se haga carne incompleta,
invocada por las interrupciones furtivas del sonido
cuando una vida cae o viene,
no mella mi aliento.
Bebo de un anillo.
Mi lengua lo llena y lo vacía.
Cuando mi lengua se retrae, lo aprieto contra mi frente
y ahí queda su marca
hasta que la piel vuelve a emerger y la sepulta.
Cuando tengo necesidad de volver
a seguir llenando y vaciando mi lengua
vuelco el fondo y te miro.
Yo ya no veo símbolos, ¿lo sabes?,
hablo de desplumar un cuervo,
de desojar un anillo.

Ha sido un hermoso regalo pasar por tus versos. Gracias por compartirlos
Besos
Pilar

Bruno, bebo de un anillo, versos magníficos los de este poema amigo, te felicito, ahora que no tienes símbolos, es broma, un abrazo.

Pilar, Manuel, esto fue una tontería para colar al Bowie que de siempre me lleva muy lejos, me saca de todo, y además aprendí cómo se ponen vídeos con las entradas. Abrazos grandes

(...)"Eso era todo: Mara se había ido y él estaba solo. Bebió y lo supo, y como no le gustaba saberlo, dejó que el whisky fuese filtrando lentamente hacia las zonas más festivas de su corazón y pensó qué farsante, era la vigésima vez que Mara lo abandonaba para siempre, le resultaba más fácil dejar de emborracharse que estar solo, era escandalosa la parva de mujeres-niñas, madres-niñas, amantes-niñas dedicadas todo el tiempo a salvarlo de las acechanzas del mundo y últimamente también de Mara y de la bebida. ¿Seré lindo? O las mujeres son apenas las sombras de la soledad los pañalitos y el talco del huérfano básico sobre el que la bebida y el miedo van construyendo como un Golem a este desamparado para todo uso, porque también era notable la cantidad de niñas-adúlteras, párvulas-cuadragenarias, lactantes-putísimas y malcogidas de toda índole que en los últimos años le habían diezmado los riñones, el alma y otras partes delicadas. ¿Seré lindo realmente? ¿O interesante? O a lo mejor es cierto que las mujeres creen que el espíritu es transmisible por via oral, anal, orejal y otras vías, aun las normales..." (El Que Tiene Sed – Abelardo Castillo)

El miedo a que una palabra se haga carne incompleta,
invocada por las interrupciones furtivas del sonido
cuando una vida cae o viene,
no mella mi aliento.

Todo el poema me ha parecido una maravilla, rebosante de originalidad y alto decir poéitco; pero esta estrofa que destaco más arriba.. se sale.

El tema de Bowie le va muy bien al ambiente creado en el poema.

Un abrazo, amigo Bruno

Enhorabuena por estos versos tan hermosos. Al leerlos ha sido como si me abandonara a su lectura. La manera de enlazar los versos te va atrapando
Un abrazo, un gusto pasar por aqui

"El miedo a que una palabra se haga carne incompleta,
invocada por las interrupciones furtivas del sonido"

Eso advierto, totalmente incompleta...hay una ruptura, a la que asisto maravillada, alguien que ha salido de sí mismo y grita. Un placer, amigo.

Abrazos muy grandes.

Carmen

Me resulta un poema potente, original, gratísimo al espíritu. Lo he disfrutado con todas sus paradojales metáforas y simbolismo alucinante. El poema se apreheende gracias al título y a ciertas postas que nos resultan familiares. Enhorabuena, amigo. Mis aplausos.

Un abrazo fuerte.
Óscar

[quote="Bruno Laja

... y, sin embargo, todo el poema parece un gran símbolo, un enigma misterioso y simbólico que envuelve al leerlo. Lo he releído y tiene mucha más fuerza cuando uno se abandona al eco de sus versos en el silencio interior de la cabeza. Me ha gustado mucho.
Saludos.

Un poema rico y dicente, que cautiva al lector y lo lleva paso a paso por su sentir (cobra vida su lenguaje). Uno siente y ve. Me ha encantado, poeta. Mis abrazos de amigo.

Magnífica alegoría de la vida. Las emociones son así de viscerales.

Me ha gustado la fuerza de este poema.

Felicitaciones, Bruno
Ana

Casi siempre que leemos un poema tendemos a identificarlo con lo que nosotros mismos hubiéramos escrito o significado, pero algunas veces solo leemos y nos dejamos ir en el tobogán lúdico de la palabra para sentir el vértigo que nos agita. Así lo leí.
Un abrazo.
Pepa