Editorial Alaire

Ahí estaba la luz en carne viva de los ojos
deslizándose por la cara.
Las cuencas llenas de lágrimas, y los ojos
bajando muy despacio como dos caracoles
abandonando un nido de babas.
Llegaron al borde del mentón y se dejaron
caer.
No eran dos ojos, eran uno solo
que no puede volver, que ya no cabe.

Los ojos y la luz no pueden abotargarse están hechos la una para los otros
aunque salgan de sus cuencos.
Como dice el título de la película premiada en los recientes Goya
"Vivir es fácil con los ojos cerrados"

Aunque sepamos que hay que abrirlos...

un abrazo

Bruno, me ha estremecido el poema hasta el tuétano de la médula ósea, allí donde se forma la sangre...
Hay algo muy potente en tus últimos poemas que grita desde lo más hondo y quiere SER.

Un abrazo.

Carmen

Bruno, el poema muy bueno, breve, pero muy preciso, hermoso, gracias, amigo, un abrazo.

Conmueve y duele tu poema, Bruno. Esa caída de los ojos huyendo de las lágrimas, pero la luz al final los alcanza, siempre. Un abrazo grande, amigo.

Un fuerte poema que deja sensación de impotencia. Gracias por compartirlo
Besos
Pilar

Críptico pero sin embargo impactante en sus imágenes. Una experiencia leerte.
Un abrazo.
Pepa

Original e interesante siempre tu obra, me gustó pasar por tus versos. Abrazo de luz. RJL

Mirando hacia dentro.
Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Todo se reinicia en tu poética, Bruno.
El hacer y el deshacer de lo esencial filtrado por tu inspiración sublime.

Abrazos.

Un poema que no puede ser más expresivo en sus imágenes. El cierre me ha parecido magistral. Un abrazo.

Hermoso e interesante poema de Bruno.