Editorial Alaire

Hoy no es igual
el paisaje de la memoria.

Ni tampoco el escenario frío y ausente.

Ya solo es la entrega hacia la luz
nuestro equinoccio.

Nadie sabe la edad del día,
en las vértebras del reloj
un mudo clown
viaja frágil
sin conocer la música.

Buscamos el ala protectora de la niña amable
mientras el silencio de un hogar se viste de cristal
y tubos de neón.

Únicamente la ciudad reconoce el paso lánguido
de la osamenta, la piel que mira al mar
sin ganas de saberse.

Ahora es el tiempo de las manos
y sus círculos de aire,
también lo es de la ausencia inconmovible,
de los espacios abatidos por la retama del ayer.

Nos pusimos un nombre como árbol,
estirpe o canción.

Y fue la esperanza el único germen
que cultivo las horas.

Hoy el signo ha crecido
como cruz fuerte y velluda,
su rabia estremece las raíces
igual que un soplo de huracán
o lascivia.

Desde el lugar en que la ventana descubre
las lágrimas del agua
pienso en la herida,
en lo impreciso que resulta
el tránsito de una ilusión
que ya cae,
cae.

Qué poema, Ramón. Siempre que leo la versatilidad de tu semántica, su calor y viveza creo que es poco lo que puede superarte. De verdad, lo creo.

Uff, de pie para los aplausos.

Abrazos.

Ramón, un gran poema, te felicito, nos pusimos un nombre como árbol, estirpe o canción, gracias amigo, un placer y un abrazo.

Tu creatividad es infinita y llena los poemas de hermosas imágenes. Un lujo leerte
Besos
Pilar

Bellísimo poema, estimado amigo. Rico, dicente, con el sello de un estilo depurado y original. De aplausos sin duda. Abrazos compañero.

Me parece un enorme poema, Ramón, pleno de aciertos y de gran belleza. Me ha encantado, compañero.

Recibe un abrazo.
Felipe.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Qué poema, Ramón. Siempre que leo la versatilidad de tu semántica, su calor y viveza creo que es poco lo que puede superarte. De verdad, lo creo.

Uff, de pie para los aplausos.

Abrazos.

Gracias, Hallie, por tus animosas palabras. Un abrazo grande.

Manuel Alonso escribió:Ramón, un gran poema, te felicito, nos pusimos un nombre como árbol, estirpe o canción, gracias amigo, un placer y un abrazo.

Muchas gracias, Manuel, por tu amable comentario. Un abrazo.

Buscamos el ala protectora de la niña amable
mientras el silencio de un hogar se viste de cristal
y tubos de neón.

Únicamente la ciudad reconoce el paso lánguido
de la osamenta, la piel que mira al mar
sin ganas de saberse.

Ahora es el tiempo de las manos
y sus círculos de aire,
también lo es de la ausencia inconmovible,
de los espacios abatidos por la retama del ayer.

Nos pusimos un nombre como árbol,
estirpe o canción.

Ramón, es un espléndido paisaje que encuentra en la desolación sus semillas de esperanza futura. Me ha encantado, amigo. Muchos abrazos y felicitaciones.

Celebro estos versos y los veo en el futuro libro virtual con su impronta y valor poético. Un placer, Ramón.
Salud.

"Nos pusimos un nombre como árbol,
estirpe o canción.

Y fue la esperanza el único germen
que cultivó las horas."

Resalto estos versos, pero el poema en su totalidad me pareció muy bueno.
Mi sincera felicitación, Ramón. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Tu creatividad es infinita y llena los poemas de hermosas imágenes. Un lujo leerte
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu amable comentario. Un beso.

Gerardo Mont escribió:Bellísimo poema, estimado amigo. Rico, dicente, con el sello de un estilo depurado y original. De aplausos sin duda. Abrazos compañero.

Gracias, Gerardo, por las generosas palabras que le dedicas al poema. Un abrazo.

Felipe Fuentes García escribió:Me parece un enorme poema, Ramón, pleno de aciertos y de gran belleza. Me ha encantado, compañero.

Recibe un abrazo.
Felipe.

Gracias, Felipe, por la generosidad de tus palabras. Un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:Buscamos el ala protectora de la niña amable
mientras el silencio de un hogar se viste de cristal
y tubos de neón.

Únicamente la ciudad reconoce el paso lánguido
de la osamenta, la piel que mira al mar
sin ganas de saberse.

Ahora es el tiempo de las manos
y sus círculos de aire,
también lo es de la ausencia inconmovible,
de los espacios abatidos por la retama del ayer.

Nos pusimos un nombre como árbol,
estirpe o canción.

Ramón, es un espléndido paisaje que encuentra en la desolación sus semillas de esperanza futura. Me ha encantado, amigo. Muchos abrazos y felicitaciones.

Gracias, Marius, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.