Cantar
Publicado: Mar, 28 Ene 2014 17:02
en algún lugar de la escalera cantan sin mediar meditación
sus gargantas enrojecen y después se ponen blancas
como el diente del oído royendo el submundo en el que ensayaron
el cuerpo, el vástago, la cancela
que tritura el óxido con un esfuerzo semoviente
cuánto tiempo se tarda en descubrir que el cansancio es un poder musical
no lo saben ni los ojos del cuarzo ni el olvido titánico
cuyas fases intralunares clarean hasta que el pie y el agua son lo mismo
siguen espigando la materia a fuerza de vencer el canal
ya se escuchan muy cerca trepándose al borde de cada última frecuencia
los dedos de las manos se multiplican como tallos que fuesen la grafía de un redoble
alrededor del cuello un collar de resina que se ablanda y libera hordas de sémola
en las copiosas clavículas contagiadas por ese
deshacimiento nuclear
cantan y no se reconocen
van extendiéndose a oleadas con los brazos caídos a lo largo del ser
y la cabeza dentro de ese subrayado decapitado ya
se reúnen al fin para no hablar nunca más
no saben nada
han sido poderosamente inseminados por la certeza
vendrá el silencio a aventar los peldaños
a introducirse en la barrera
melismático guardián del nombre que han creado
sus gargantas enrojecen y después se ponen blancas
como el diente del oído royendo el submundo en el que ensayaron
el cuerpo, el vástago, la cancela
que tritura el óxido con un esfuerzo semoviente
cuánto tiempo se tarda en descubrir que el cansancio es un poder musical
no lo saben ni los ojos del cuarzo ni el olvido titánico
cuyas fases intralunares clarean hasta que el pie y el agua son lo mismo
siguen espigando la materia a fuerza de vencer el canal
ya se escuchan muy cerca trepándose al borde de cada última frecuencia
los dedos de las manos se multiplican como tallos que fuesen la grafía de un redoble
alrededor del cuello un collar de resina que se ablanda y libera hordas de sémola
en las copiosas clavículas contagiadas por ese
deshacimiento nuclear
cantan y no se reconocen
van extendiéndose a oleadas con los brazos caídos a lo largo del ser
y la cabeza dentro de ese subrayado decapitado ya
se reúnen al fin para no hablar nunca más
no saben nada
han sido poderosamente inseminados por la certeza
vendrá el silencio a aventar los peldaños
a introducirse en la barrera
melismático guardián del nombre que han creado