Editorial Alaire

Nacerá la sombra con el llanto de cal.

Dejará el hogar de ser cómplice
porque un sueño habitará la esperanza
como un dios sin piel.

Nos esperan las horas oscuras,
el baile y la caricia, paseos igual
que trasatlánticos perdidos.

Sólo la vida abre flores al ocaso,
sólo el músculo de la especie
es capaz de convertir un corazón
en una pregunta.

¿Qué camino elegirá el miembro fértil,
la extremidad dolorosa,
la ilusión o la quimera
de este ser ingrávido?

Ya se ve la luz en las mejillas
de aquel lugar sin frenesí
que invita a la laxitud
y al abandono.

El mar sigue callado, dormido, rojo.

El niño espía el volar de los pájaros,
sonríe con la inocencia
de un círculo que crece.

Quisiera que tu cuerpo volviera al éxtasis,
que la noche traslúcida
o el furor encendido
encontraran en los labios un pedazo
de carmín hiriente.

Como antes, como ya nunca.

La voluntad del hierro en una evolución constante, dulcemente tratado, hierro dulce, asombro en la poética.
Cada día más implicado en la involución de las mentes lectoras, revoluciones son y pertenecen al personalísimo mundo del poeta. Quiere compartirlas. El poeta se desnuda, hace jirones de su sombra humana. Y, sí, el escritor se da todo, consigue hermosura solidariamente con el lector.

Hay una descendencia que orbita en el mundo de las relaciones humanas; crece y se desarrolla dando vueltas sobre sí misma. Descendencia&consecuencia, tiempo&herrumbre de todo, muy a pesar de los deseos propios.

Ha sido un placer leerte, en este caso verso multimétrico, a base del lenguaje simbólico de alto poder evocador que te caracteriza. Felicidades, colega.
Abrazos.

Qué bien escribes, Ramón, este poema llega, y mucho, a los que hemos pasado el tiempo de la separación. Sólo hay una solución, que sigan diciendo hola con cariño, porque es natural que vayan tras su sueño. Bueno, que te felicito
Besos
Pilar

Me he llenado los ojos y el alma de estos versos, Ramón. Volver con la palabra al mismísimo origen. Casi sentí que tocábamos el cigoto lírico, sus huesitos todopoderosos, su piel rosa o celeste.

De pie para la ovación y gracias por compartir.

Abrazo fuerte.

Ramón, un poema magnífico y distinto a tu "costumbre poética", donde la intensidad lirica se respira directa. Se abraza al hijo sin intermediarios.

Unha aperta.

Rafel Calle escribió:La voluntad del hierro en una evolución constante, dulcemente tratado, hierro dulce, asombro en la poética.
Cada día más implicado en la involución de las mentes lectoras, revoluciones son y pertenecen al personalísimo mundo del poeta. Quiere compartirlas. El poeta se desnuda, hace jirones de su sombra humana. Y, sí, el escritor se da todo, consigue hermosura solidariamente con el lector.

Hay una descendencia que orbita en el mundo de las relaciones humanas; crece y se desarrolla dando vueltas sobre sí misma. Descendencia&consecuencia, tiempo&herrumbre de todo, muy a pesar de los deseos propios.

Ha sido un placer leerte, en este caso verso multimétrico, a base del lenguaje simbólico de alto poder evocador que te caracteriza. Felicidades, colega.
Abrazos.

Muchas gracias, Rafel, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

Envuelves en tu acostumbrado hermetismo una sentimentalidad que llega claramente al lector y que le hace presa de una emoción sutil.
Un gran poema, Ramón, que te aplaudo a la vez que te animo a seguir por tu particular y destacado camino poético.
Abrazos.
Jerónimo

Pilar Morte escribió:Qué bien escribes, Ramón, este poema llega, y mucho, a los que hemos pasado el tiempo de la separación. Sólo hay una solución, que sigan diciendo hola con cariño, porque es natural que vayan tras su sueño. Bueno, que te felicito
Besos
Pilar

Te agradezco el amable comentario, Pilar. Un beso.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me he llenado los ojos y el alma de estos versos, Ramón. Volver con la palabra al mismísimo origen. Casi sentí que tocábamos el cigoto lírico, sus huesitos todopoderosos, su piel rosa o celeste.

De pie para la ovación y gracias por compartir.

Abrazo fuerte.

Gracias a ti, Hallie, siempre son un estímulo tus generosos comentarios. Un abrazo.

Ramón eres capaz de convertir el corazón en una pregunta, y con eso me basta para decir que es un poema magnífico, lleno de sugerencias y luces, un placer amigo, y un abrazo.

Yo veo un Poema que soporta el peso de una vida, esa costumbre que poco a poco nos transforma, el pensamiento de lo ido, de lo propio, lo que nos nace, sí, y es parte de nosotros.
Tu capacidad para exprimir el lenguaje merece todos los reconocimientos, Ramón.

He disfrutado mucho, con cada lectura iba redescubrieçendome a mí mismo.

Un verdadero placer.
Mi abrazo, compañero.

Yo veo un Poema que soporta el peso de una vida, esa costumbre que poco a poco nos transforma, el pensamiento de lo ido, de lo propio, lo que nos nace, sí, y es parte de nosotros.
Tu capacidad para exprimir el lenguaje merece todos los reconocimientos, Ramón.

He disfrutado mucho, con cada lectura iba redescubriéndome a mí mismo.

Un verdadero placer.
Mi abrazo, compañero.

El alma se asombra Ramón. Es un magnífico poema, que habla de la propia vida.

Mi admiración y abrazo fuerte.

Cada gajo del poema es como una partícula de fiebre, una muesca en la pupila del cosmos sorprendido en el cuerpo de mirar. Es muy bello ver cómo una atmósfera habla, se encarna, manifiesta su peso descoyuntado. Ha sido un gran placer leerlo, Ramón. Recibe un abrazo.

J. J. M. Ferreiro escribió:Ramón, un poema magnífico y distinto a tu "costumbre poética", donde la intensidad lirica se respira directa. Se abraza al hijo sin intermediarios.

Unha aperta.

Gracias, J.J. por la lectura y el amable comentario. Unha aperta.