Solitario y tríptico
Publicado: Vie, 24 Ene 2014 22:33
I
No aislemos nada de su cuerpo atemporal.
No existe una sola palabra que al repetirse no se distorsione,
se decape, suplique la concatenación o el sacrificio ciego.
No existe una sola palabra que resista su duelo.
Digo yo, y lo que vuela extingue un mapa para poder calcarlo.
No aislemos nada de su cuerpo atemporal.
Usemos el cuerpo para realizar el tiempo.
Como al dormir el sueño nos usa inmóvil la carne
como si la carne fuera una postura de su lengua eterna.
II
Cómo se ovilla mi lágrima en tu ojo.
Cómo se ruboriza tu pupila si la aprietas
contra el párpado exotérico de mi ojo herido
por acumulación de intermitentes
sedimentaciones de ti.
Cómo navega la seda
de no permanecer,
cómo fluye su rotura porque no queda volumen
para posarse y descansar.
Qué alta esa mirada que se aleja
y no puede salir.
III
Si habla en mi cabeza, habla por todas partes,
en nombre de todos los nombres.
Su volumen no está entero si mi cabeza gira
y arranca con su movimiento una porción de su voz
para sobrevivir a la ausencia de su voz entera.
Y el que queda atrás a todo lo llama terrible especie,
hasta que el giro se completa y mi cabeza vuelve
para terminar una palabra cuando ya no queda nada que decir.
Pero su voz reside como en un paladar axiomático
que está fuera del mundo. Puede leerse
con la lengua en sombras.
No aislemos nada de su cuerpo atemporal.
No existe una sola palabra que al repetirse no se distorsione,
se decape, suplique la concatenación o el sacrificio ciego.
No existe una sola palabra que resista su duelo.
Digo yo, y lo que vuela extingue un mapa para poder calcarlo.
No aislemos nada de su cuerpo atemporal.
Usemos el cuerpo para realizar el tiempo.
Como al dormir el sueño nos usa inmóvil la carne
como si la carne fuera una postura de su lengua eterna.
II
Cómo se ovilla mi lágrima en tu ojo.
Cómo se ruboriza tu pupila si la aprietas
contra el párpado exotérico de mi ojo herido
por acumulación de intermitentes
sedimentaciones de ti.
Cómo navega la seda
de no permanecer,
cómo fluye su rotura porque no queda volumen
para posarse y descansar.
Qué alta esa mirada que se aleja
y no puede salir.
III
Si habla en mi cabeza, habla por todas partes,
en nombre de todos los nombres.
Su volumen no está entero si mi cabeza gira
y arranca con su movimiento una porción de su voz
para sobrevivir a la ausencia de su voz entera.
Y el que queda atrás a todo lo llama terrible especie,
hasta que el giro se completa y mi cabeza vuelve
para terminar una palabra cuando ya no queda nada que decir.
Pero su voz reside como en un paladar axiomático
que está fuera del mundo. Puede leerse
con la lengua en sombras.