Mañana es mi cumpleaños
Publicado: Lun, 21 Abr 2008 20:17
Mañana es mi cumpleaños.
En la República Checa han hecho de la verdad la alegría,
hay filetes de elefante en los platos de las familias medias,
putas que bailan por quinientas coronas
y mi corazón confirmando la regla.
He visto caballos cagando en los zapatos de turistas suecos
en el Puente Carlos.
He visto al ser humano follado y humillado y creyendo
ser Dios, o semejante a Dios, o una farola.
Una farola iluminando nuestra esperanza
de encontrar el sentido de la vida.
He bebido siete litros de cerveza sin pestañear,
he aguantado la mirada a italianas menores de edad para hacerles creer
que las iba a amar para siempre.
Le he dejado a mi Olympus el castigo
de tener clavadas en el hígado
catedrales del siglo trece.
Mañana es mi cumpleaños,
querría celebrarlo con un vaso de vino
y una rosa en la terraza a orillas del río.
O follando con una alemana escuchando a los coches de Gaztambide.
La felicidad es tan pequeña como el tiempo,
Praga es, como Madrid, un puñal en el corazón,
aunque aquí, por lo menos, hay jamón.
Mañana es mi cumpleaños,
así que no entres en mi vagón por Tirso de Molina,
o te vas a enamorar de mi
y te voy a recitar poemas checos
hasta que por fin deje de ser mi cumpleaños
y pueda seguir haciéndome pajas
con total tranquilidad. En Europa.
En la República Checa han hecho de la verdad la alegría,
hay filetes de elefante en los platos de las familias medias,
putas que bailan por quinientas coronas
y mi corazón confirmando la regla.
He visto caballos cagando en los zapatos de turistas suecos
en el Puente Carlos.
He visto al ser humano follado y humillado y creyendo
ser Dios, o semejante a Dios, o una farola.
Una farola iluminando nuestra esperanza
de encontrar el sentido de la vida.
He bebido siete litros de cerveza sin pestañear,
he aguantado la mirada a italianas menores de edad para hacerles creer
que las iba a amar para siempre.
Le he dejado a mi Olympus el castigo
de tener clavadas en el hígado
catedrales del siglo trece.
Mañana es mi cumpleaños,
querría celebrarlo con un vaso de vino
y una rosa en la terraza a orillas del río.
O follando con una alemana escuchando a los coches de Gaztambide.
La felicidad es tan pequeña como el tiempo,
Praga es, como Madrid, un puñal en el corazón,
aunque aquí, por lo menos, hay jamón.
Mañana es mi cumpleaños,
así que no entres en mi vagón por Tirso de Molina,
o te vas a enamorar de mi
y te voy a recitar poemas checos
hasta que por fin deje de ser mi cumpleaños
y pueda seguir haciéndome pajas
con total tranquilidad. En Europa.