Editorial Alaire

Me pregunto si debo comprar una nueva cama,
si cambiar de abismo es una opción
para huir de nuestro cadáver.
Tengo heridas transparentes
que solamente veo frente al mar.
Son como lentes de contacto de algunas muchachas ebrias
que se masturban pensando en los faraones del opio.
Incendiado por fuertes relámpagos de ausencia.

Tu sombra se desnuda. Ya está vacía. Miro el vacío de tu sombra.
Se parece, con una excepción, a la muerte. La muerte nunca está vacía del todo
y es más mía.
Las muchachas ebrias pueden ser farolas
que llueven sobre el jardín de niebla.
Bombillos excitados que eyaculan
sobre la espalda dormida de los terremotos.
¿Escuchas cómo gime la tierra
y renace el miedo de un vientre ateo?
¿Escuchas el cincel de mi alma esculpiendo
una figura de hada en el mármol del pecado?
No vuelvas si no sabes cuanto duelen los pasos de volver.
Volver a la pureza es lo mismo que mirar el amanecer desde una playa de cicatrices.
Las pupilas falsas se disuelven.
Las muchachas corren avergonzadas hacia el abismo
de sus camas.
Mi sangre hierve en el olvido. Las abejas se pudren.

Marius, es un gran poema, te felicito, vuelvo a decir que te felicito, porque sé cómo duelen tus versos, gracias, amigo. Un abrazo.

Manuel, muchas gracias por leer y hacer sentida tu presencia. Mis abrazos de amigo.

Marius te veo muy productivo poéticamente. Se ve que la musas te han bendecido. Celebro que se así, será una forma continua de disfrutar de tus versos siempre tan interesantes y sugerentes.

saludos

rafael

Y yo me pregunto dónde esconde tu imaginación tanta belleza. Preciosos versos.
Abrazos
Pilar

Magnífico, amigo, sólo se escribe así desde el dolor. La poesía es un bálsamo entonces, que nos nutre. El poema es simplemente espléndido, la cicatriz se retuerce y forma la belleza

No vuelvas si no sabes cuanto duele los pasos de volver.

Este verso es una pequeña obra de arte, plenos de significación eso pasos para volver.

Un abrazo grande que diga i love you (ves, yo aprendo rápido)

Carmen

"No vuelvas si no sabes cuanto duelen los pasos de volver.
Volver a la pureza es lo mismo que mirar el amanecer desde una playa de cicatrices.
Las pupilas falsas se disuelven. "
en general no marco... pero esto hombre... joder...
sabe ella que al irse destapó un volcán que está enfurecido de poesía.

I-L-Y

ah, en "duele los pasos" una n se acomoda mejor

abrazo

Marius Gabureanu escribió:Me pregunto si debo comprar una nueva cama,
si cambiar de abismo es una opción
para huir de nuestro cadáver.
Tengo heridas transparentes
que solamente veo frente al mar.
Son como lentes de contacto de algunas muchachas ebrias
que se masturban pensando en los faraones del opio.
Incendiado por fuertes relámpagos de ausencia.

Tu sombra se desnuda. Ya está vacía. Miro el vacío de tu sombra.
Se parece, con una excepción, a la muerte. La muerte nunca está vacía del todo
y es más mía.
Las muchachas ebrias pueden ser farolas
que llueven sobre el jardín de niebla.
Bombillos excitados que eyaculan
sobre la espalda dormida de los terremotos.
¿Escuchas cómo gime la tierra
y renace el miedo de un vientre ateo?
¿Escuchas el cincel de mi alma esculpiendo
una figura de hada en el mármol del pecado?
No vuelvas si no sabes cuanto duelen los pasos de volver.
Volver a la pureza es lo mismo que mirar el amanecer desde una playa de cicatrices.
Las pupilas falsas se disuelven.
Las muchachas corren avergonzadas hacia el abismo
de sus camas.
Mi sangre hierve en el olvido. Las abejas se pudren.

Reitero aplausos y felicitaciones, poeta nuestro.

esto no va más arriba?

Hay territorios a los que se hace imposible regresar:


Volver a la pureza es lo mismo que mirar el amanecer desde una playa de cicatrices.


Una muestra más de tu talento y originalidad, Marius. Me ha encantado el poema. Mi sincera felicitación, amigo. Un abrazo.

Muy bello poema con el sello inconfundible de Marius.

En donde nace el paso que ha dejado una huella.

Un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:Me pregunto si debo comprar una nueva cama,
si cambiar de abismo es una opción
para huir de nuestro cadáver.
Tengo heridas transparentes
que solamente veo frente al mar.
Son como lentes de contacto de algunas muchachas ebrias
que se masturban pensando en los faraones del opio.
Incendiado por fuertes relámpagos de ausencia.

Tu sombra se desnuda. Ya está vacía. Miro el vacío de tu sombra.
Se parece, con una excepción, a la muerte. La muerte nunca está vacía del todo
y es más mía.
Las muchachas ebrias pueden ser farolas
que llueven sobre el jardín de niebla.
Bombillos excitados que eyaculan
sobre la espalda dormida de los terremotos.
¿Escuchas cómo gime la tierra
y renace el miedo de un vientre ateo?
¿Escuchas el cincel de mi alma esculpiendo
una figura de hada en el mármol del pecado?
No vuelvas si no sabes cuánto duelen los pasos de volver.
Volver a la pureza es lo mismo que mirar el amanecer desde una playa de cicatrices.
Las pupilas falsas se disuelven.
Las muchachas corren avergonzadas hacia el abismo
de sus camas.
Mi sangre hierve en el olvido. Las abejas se pudren.

Tenía todas las sensaciones de haber transitado por este poema; pero volver sobre lo leído hace mejor la ocasión de celebrarlo y felicitarte, Marius. Con un abrazo.
Salud.

Muchas gracias, amigo Rafael Valdemar, por detenerte en mi espacio. Celebro te haya gustado el poema. Saludos cordiales.

Ese simbolismo de tu poesía, tan tamizado de erotismo como de muerte (lo que a menudo viene a ser lo mismo), esa, en definitiva, pulsión de vida y muerte, eros y tánatos, hace que me resulte tan atractiva como cercana.

Saludos, Marius.