Editorial Alaire

Calles estrechas
calles aburridas
donde paseo desconcertado,
calles para no encontrarme
para diluirme
laberintos donde perderme de mi mismo.

Encontré una acera en mis olvidos
un fresco recuerdo donde alguna vez
caminé a escondidas de sus voces
rehuyendo sus esquinas.

Esta acera ya no me lleva
a ninguna parte, no me acompaña
en los recuerdos ni me enseña a caminar,
se abre como una sima interminable
como una nube sin tierra donde pisar.

Será, la calle de los olvidos,
la que nunca encuentro en las miradas
la que siempre aparece por los rincones
una puerta a lo desconocido
a no saber donde me dejas.

Sé que estas por algun lado
te presiento
tan afortunada en la vida
como yo perdido en los pasillos
de tus antes cariñosas manos.

Y es que esta acera
ya no es olvido ni recuerdo:

es un nudo en mi garganta.


Pedro Gahete

De nuevo,Pedro, retomo un poema tuyo y lo saco a las calles llenas de público, sólo pido que éste, abra (o abramos) un poco más los ojos y sepamos ver.

Saludos mediteráneos.

Me gusta muchísimo este poema, Pedro, está escrito con una gran sensibilidad y me llega hondo claro, quién no tiene una calle así?
El final es precioso.

Besos.

Hola Pedro.
Un poema que realmente pone en su final un nudo de nostalgia en la garganta. Me gustó. Abrazos, amigo mío.

Mario