Editorial Alaire

Un gato de niebla
deambula por las calles
y me hace recordar
la soledad tan fría entre los árboles.

Me paro sobre el sol de terciopelo
y rompo sin dudarlo
la noche seducida por la luz.

La sombra de las plazas
me lleva
por los precipicios del silencio.

Abrazo las siluetas
que se refractan en suaves
superficies de cristal.

Me desintegro en nubes plateadas
mientras las horas caen
sobre la ciudad de jeroglíficos.

Invisibles mis manos
buscan
la caligrafía de la nieve.

Los trazos de los parques
desfragmentan el miedo
con rosas adheridas
a una intención amada desde siempre.

Hay taxis detenidos
que hacen de los suburbios
lugares preparados para el viaje.

El gato,
en su soledad,
ama el instinto del momento.

Le miro y no me mira...
Somos dos seres persiguiendo las estrellas.


Ana Muela Sopeña

Un poema redondo, fino, suave, exquisito. Tus descripciones son casi oníricas: despiertan sentimientos de eternidad. Me ha sido gratísimo arrimarme a estos versos. ¡Ah! El cierre es una imagen que se prendió como un tatuaje en mi alma.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Este hermoso poema debe subir y con él la belleza de sus versos con un retrato íntimo de la noche.
Abrazos
Pilar

Persigues las estrellas y buscas amaneceres. El hilo de tu voz teje un tapiz de soledades y caducidades. El gato de niebla, las plazas, las siluetas, los taxis... la "otra sentimentalidad" en expresión suprema.

Me deleité en este poema, Ana.

Abrazos.

Jerónimo

Un poema lleno de armonía y elocuencia con un final perfecto.
Abrazos, poeta

Muchas gracias, Óscar, por tus palabras tan efusivas sobre este poema.

Me encantan los gatos. Tengo uno en casa y también con los callejeros me comunico telepáticamente. Siempre te descubren cosas nuevas los gatos. Son observadores de la realidad muy inteligentes.

Un beso
Ana

Jerónimo...

Agradezco mucho tus palabras. Tu comentario es un poema en pequeñito.

Un abrazo grande desde la poesía
Ana

Pilar:

Agradezco mucho que hayas subido el poema (me he equivocado en el orden al contestar...).

Un beso grande
Ana

Yo también tengo una gata Ana, es cierto lo que dices, ellos son extremadamente inteligentes y sensibles. El poema me pareció exquisito, el gato de niebla dejo los versos en la bruma, el frío y la nostalgia viajan con nosotros en el poema todo el tiempo, el cierre es magnífico y doloroso...sobre todo si se entiende. Un placer total este poema.

Besos.

Carmen

Sube para deleite de todos.

Abrazos enormes, compañera.

La verdad es que pasé un grato momento entre tus versos, la belleza de la imagen y su lectura cordial deja una luz muy interesante. Te dejo abrazos! RJL

Preciosos versos, Ana. La soledad es una incesante búsqueda de uno mismo. Te mueves como ese gato en el paisaje urbano de los versos, difuminados por la niebla. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

Elocuente consecuencia la de mirar en derredor y ver con ojos de gato
la soledad hecha silencio y el paisaje ciudadano rodeado de estertor
y compromiso.

un abrazo