El buen ladrón.
Publicado: Lun, 13 Ene 2014 14:36
[JUSTIFY]La justicia no existe, hace mucho que yo no creo en ella, lo puedo asegurar. Yo no soy un moralista, eso está claro. Pero, los que les voy a relatar les indicará que mi primera frase es muy cierta.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Soy un ladrón, sí, sí, robo casas, bueno mejor dicho, cosas de las casas. Ya sé que en este momento en que les digo esto, he perdido su respeto, no pretendo en ningún momento que se me respete, porque es verdad que yo vivo de lo ajeno. Voy a sus propiedades y las robo. Si la policía me pillara me caerían entre dos y cinco años de cárcel y sin dudas merecería estas penas. Ninguno de ustedes movería un sólo dedo para que me las quitarán, muy al contrario, estarían ustedes de acuerdo. [/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Yo, no debo darles razones a ustedes de moral, quiero en todo caso hacerles una pequeña reflexión. Por qué el código penal de los hombres no tiene en consecuencia su situación ni siquiera en la teoría, digo yo que no será lo mismo robar para subsistir, para poder llevarse una comida caliente a la barriga, que para comprarse un yate, o sí? Sin embargo está demostrado que los que roban para comer, terminan con sus huesos en la cárcel, mientras que los que roban sistemáticamente, para lucrarse y hacerse más ricos de los que ya lo son, no les pasa nada. En la actualidad, en este país podría ponerles muchos ejemplos de lo que digo, todos ellos eran ricos y robaban y no se de ninguno que en estos momentos haya dado con sus huesos en la cárcel, es más están blindados o aforados, a muchos de ellos ni siquiera los acusa la fiscalía, sí, sí, la fiscalía retira todos los casos porque no encuentra indicios de delito. Y nadie protesta por eso, tenemos que aceptarlo, hay una justicia especial para los muy ricos, los poderosos, los políticos, los de clase social muy alta, inclusive los de sangre real y allegados.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Pues bien, nadie me ha preguntado a mí cuántas noches me he pasado llorando desde que perdí mi trabajo, desde que se me acabó el paro, desde que cada día iba de una empresa a otra preguntando si había algo, desde que empecé a empañar cualquier cosa, desde que no pude comprarles a mis hijos unos zapatos, desde que empezamos a tener mucha hambre. Un día desesperado, entré en una casa y robé, sí lo hice y ese día mis hijos dejaron de pasar hambre. Les puedo decir que sigo buscando un trabajo, que no quiero ser ladrón, que no nací siéndolo eso está claro.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Voy a contarles, a relatarles el último de mis atracos. Yo robo en casas vacías, cuándo sus propietarios no están. Subo al terrado y me descuelgo por algún patio interior con una cuerdas que tengo de cuando hacía escalada. Tengo que robar pisos altos, pues después tengo que subir a pulso con lo sustraído, les aseguro que no es fácil, he estado a punto de matarme muchas veces.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]En el último robo que hice, sustraje de una casa pequeños electrodomésticos, la televisión, el quipo de música, un móvil de última generación y cuatro cosas más por el estilo. Me llevé también el dinero que encontré y cuatro joyas que habían en la casa. En un armario encontré una cámara de filmación con su caja y todo. Era un ático, así que esta vez fue poca la escalada.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Después de volver a subir salté de un terrado al otro y así por varias casas y finalmente salí del edificio por una de las casas que estaba en la esquina. Estaba contento porque eran pequeños objetos menos la televisión que era un poco más grande y estos objetos son muy vendibles en los mercados negros, así que lo menos comeríamos caliente quizás tres semanas.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Cuando llegué a casa fui separando los objetos, el dinero, las joyas y los electrodomésticos en mi habitación con cuidado de que mis hijos no los vieran, porque no quiero que sepan que su padre es un ladrón. Mi mujer los distraía en el pequeño comedor de nuestra casa. Cuando llegué a la cámara, que pensaba que estaba por estrenar, me di cuenta al abrirla que estaba estrenada, valdría algo menos, me apené, pero, también vi que había en ella unas cintas. Sentí curiosidad y puse una en la cámara. Cuando vi las imágenes, me quedé aterrado, era un hombre de unos 65 años que intimidaba a unos menores, que los tocaba, sentí asco y mucha rabia, acababa de robar a un pederasta. Las imágenes se sucedían, las otras cintas, contenían cosas peores, incluso había grabado el muy hijo de puta sus abusos con los menores. Yo me puse enfermo de la rabia y la impotencia. Mi mujer al ver que yo tardaba vino a verme. Le conté lo que había encontrado, incluso le mostré alguna escena. Ella se puso a llorar allí mismo, luego paró en seco de hacerlo y me dijo; Manolo tenemos que denunciar esto. Yo le respondí que si estaba loca, que si quería que yo terminara también en la cárcel. Pero, ella me dijo; Te has fijado en esos niños, todos tienen la edad de Manolito, apenas si tienen 10 añitos, ¿Imagínate que vieras a tu hijo en esas cintas? Tengo un plan, mira. sabes el coche de policía que tienen aparcado en la plaza que hay cinco calles más abajo, pues allí llevaré yo las cintas esta noche, las pegaré en una de las ruedas en un sobre las dejaremos, yo pegaré el sobre en una de las ruedas. Mañana a eso de las 6 de la mañana, vas a la estación central, allí hay unas cabinas y no hay cámaras, llamas a la policía y les cuestas que eres un ladrón que robó en aquella casa, y que encontraste en la cámara unas cintas grabadas de pornografía con menores.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Dicho y hecho, a la mañana siguiente llamé a la policía desde una de las cabinas, querían que me identificara y le dije a la policía, señorita no puedo, soy un ladrón, pero no soy desalmado, si ustedes vieran las cintas, lo entenderían. Mi mujer se fue a una pequeña granja con nuestra hija en el carrito, la pequeña tiene dos añitos. La granja está en esa plaza donde siempre dejan aparcado el coche patrulla. Vio como venían unos agentes en otro coche y buscaban entre las ruedas el sobre con las cintas, y lo encontraron.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Estuvimos mirando las noticias, los periódicos muchos días, y no salía nada. Un buen día, salió la noticia, lo habían detenido, incluso salía yo en las noticias, por un día fui famoso. Me llevé el trozo de diario y se lo enseñé a mi mujer en casa, ella me dijo; Por fin podré dormir tranquila, no podía pensando en la carita de aquellos niños, luego me miró y añadió; nosotros podemos ser ladrones, pero nunca seremos desalmados. Por cierto, has visto lo que ponen en el periódico de ti, a partir de ahora ya no te llamaré Manolo, te voy a llamar Dimas.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]-----------[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]¿Os parece qué es un cuento lo que os he relatado?[/JUSTIFY]
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/12/19/andalucia/1387446720_019393.html
[JUSTIFY]Soy un ladrón, sí, sí, robo casas, bueno mejor dicho, cosas de las casas. Ya sé que en este momento en que les digo esto, he perdido su respeto, no pretendo en ningún momento que se me respete, porque es verdad que yo vivo de lo ajeno. Voy a sus propiedades y las robo. Si la policía me pillara me caerían entre dos y cinco años de cárcel y sin dudas merecería estas penas. Ninguno de ustedes movería un sólo dedo para que me las quitarán, muy al contrario, estarían ustedes de acuerdo. [/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Yo, no debo darles razones a ustedes de moral, quiero en todo caso hacerles una pequeña reflexión. Por qué el código penal de los hombres no tiene en consecuencia su situación ni siquiera en la teoría, digo yo que no será lo mismo robar para subsistir, para poder llevarse una comida caliente a la barriga, que para comprarse un yate, o sí? Sin embargo está demostrado que los que roban para comer, terminan con sus huesos en la cárcel, mientras que los que roban sistemáticamente, para lucrarse y hacerse más ricos de los que ya lo son, no les pasa nada. En la actualidad, en este país podría ponerles muchos ejemplos de lo que digo, todos ellos eran ricos y robaban y no se de ninguno que en estos momentos haya dado con sus huesos en la cárcel, es más están blindados o aforados, a muchos de ellos ni siquiera los acusa la fiscalía, sí, sí, la fiscalía retira todos los casos porque no encuentra indicios de delito. Y nadie protesta por eso, tenemos que aceptarlo, hay una justicia especial para los muy ricos, los poderosos, los políticos, los de clase social muy alta, inclusive los de sangre real y allegados.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Pues bien, nadie me ha preguntado a mí cuántas noches me he pasado llorando desde que perdí mi trabajo, desde que se me acabó el paro, desde que cada día iba de una empresa a otra preguntando si había algo, desde que empecé a empañar cualquier cosa, desde que no pude comprarles a mis hijos unos zapatos, desde que empezamos a tener mucha hambre. Un día desesperado, entré en una casa y robé, sí lo hice y ese día mis hijos dejaron de pasar hambre. Les puedo decir que sigo buscando un trabajo, que no quiero ser ladrón, que no nací siéndolo eso está claro.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Voy a contarles, a relatarles el último de mis atracos. Yo robo en casas vacías, cuándo sus propietarios no están. Subo al terrado y me descuelgo por algún patio interior con una cuerdas que tengo de cuando hacía escalada. Tengo que robar pisos altos, pues después tengo que subir a pulso con lo sustraído, les aseguro que no es fácil, he estado a punto de matarme muchas veces.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]En el último robo que hice, sustraje de una casa pequeños electrodomésticos, la televisión, el quipo de música, un móvil de última generación y cuatro cosas más por el estilo. Me llevé también el dinero que encontré y cuatro joyas que habían en la casa. En un armario encontré una cámara de filmación con su caja y todo. Era un ático, así que esta vez fue poca la escalada.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Después de volver a subir salté de un terrado al otro y así por varias casas y finalmente salí del edificio por una de las casas que estaba en la esquina. Estaba contento porque eran pequeños objetos menos la televisión que era un poco más grande y estos objetos son muy vendibles en los mercados negros, así que lo menos comeríamos caliente quizás tres semanas.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Cuando llegué a casa fui separando los objetos, el dinero, las joyas y los electrodomésticos en mi habitación con cuidado de que mis hijos no los vieran, porque no quiero que sepan que su padre es un ladrón. Mi mujer los distraía en el pequeño comedor de nuestra casa. Cuando llegué a la cámara, que pensaba que estaba por estrenar, me di cuenta al abrirla que estaba estrenada, valdría algo menos, me apené, pero, también vi que había en ella unas cintas. Sentí curiosidad y puse una en la cámara. Cuando vi las imágenes, me quedé aterrado, era un hombre de unos 65 años que intimidaba a unos menores, que los tocaba, sentí asco y mucha rabia, acababa de robar a un pederasta. Las imágenes se sucedían, las otras cintas, contenían cosas peores, incluso había grabado el muy hijo de puta sus abusos con los menores. Yo me puse enfermo de la rabia y la impotencia. Mi mujer al ver que yo tardaba vino a verme. Le conté lo que había encontrado, incluso le mostré alguna escena. Ella se puso a llorar allí mismo, luego paró en seco de hacerlo y me dijo; Manolo tenemos que denunciar esto. Yo le respondí que si estaba loca, que si quería que yo terminara también en la cárcel. Pero, ella me dijo; Te has fijado en esos niños, todos tienen la edad de Manolito, apenas si tienen 10 añitos, ¿Imagínate que vieras a tu hijo en esas cintas? Tengo un plan, mira. sabes el coche de policía que tienen aparcado en la plaza que hay cinco calles más abajo, pues allí llevaré yo las cintas esta noche, las pegaré en una de las ruedas en un sobre las dejaremos, yo pegaré el sobre en una de las ruedas. Mañana a eso de las 6 de la mañana, vas a la estación central, allí hay unas cabinas y no hay cámaras, llamas a la policía y les cuestas que eres un ladrón que robó en aquella casa, y que encontraste en la cámara unas cintas grabadas de pornografía con menores.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Dicho y hecho, a la mañana siguiente llamé a la policía desde una de las cabinas, querían que me identificara y le dije a la policía, señorita no puedo, soy un ladrón, pero no soy desalmado, si ustedes vieran las cintas, lo entenderían. Mi mujer se fue a una pequeña granja con nuestra hija en el carrito, la pequeña tiene dos añitos. La granja está en esa plaza donde siempre dejan aparcado el coche patrulla. Vio como venían unos agentes en otro coche y buscaban entre las ruedas el sobre con las cintas, y lo encontraron.[/JUSTIFY]
[JUSTIFY]Estuvimos mirando las noticias, los periódicos muchos días, y no salía nada. Un buen día, salió la noticia, lo habían detenido, incluso salía yo en las noticias, por un día fui famoso. Me llevé el trozo de diario y se lo enseñé a mi mujer en casa, ella me dijo; Por fin podré dormir tranquila, no podía pensando en la carita de aquellos niños, luego me miró y añadió; nosotros podemos ser ladrones, pero nunca seremos desalmados. Por cierto, has visto lo que ponen en el periódico de ti, a partir de ahora ya no te llamaré Manolo, te voy a llamar Dimas.[/JUSTIFY]
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[JUSTIFY]¿Os parece qué es un cuento lo que os he relatado?[/JUSTIFY]
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/12/19/andalucia/1387446720_019393.html