Editorial Alaire

Estoy en casa, donde ninguna palabra me reconoce.
Nos sacamos los guantes,
nos sacamos la cara del óvalo facial.
Es como si un astronauta se quitase el casco
y entre los hombros le quedara el reflejo
de todo aquello que el casco reflejó.
Un espacio negro y algunas luces.
Es difícil orientarse.
Estoy en casa. Contigo.
Probemos a decir te amo.
Así, sin frente.
Con estas manos que vagan fuera de su contorno.
¿Será más imposible que decir lejos?.
¿Será como tener aquí en la punta de la lengua
y no poder decirlo porque cualquier palabra podría desubicarlo,
lo mismo que si fuera una llama que sólo el aire espirado
puede señalar?.
¿La apagará o la trastornará?.
¿La mezclará con un concepto errante como casa?.
¿La hará inmortal?.
¿Su humo será respirado dentro de una lágrima atrapada en la obediencia de su forma
a la costumbre de llorar cuando se mira al cielo mientras se aprieta un poco de tierra
fuertemente con la axila tal y como los pastores hacen para que los perros
no tengan que desear un hogar?.
¿Su fuego será más real que la metáfora
de la que partió?.
¿Estoy en casa?, ¿estoy en casa?.
Dime, ábreme así como te hablo,
es decir, excluyendo todo lo que dije y vi
cuando llegamos y quisiste tocarme,
y no había cerca ninguna palabra verdadera,
y ninguna cara,
y nada que se pareciese a una mano,
y aún así hiciste una puerta de lo que quedaba.

Interesante paseo por tus mundos surrealistas, Bruno.

Creo que en el último verso te falta un "que" antes de quedaba...

Un beso grande
Ana

Tienes razón, Ana. Corregido queda. Beso grande para ti.

Ah Bruno, la casa se arropa en la palabra y se desnuda sin pudor para sentir el eco, la complicidad, los aires que adiestran la cercanía.

Percibo felicidad en estos pliegues, y lo celebro mucho.

Aplausos, querido poeta; gracias siempre por compartir.

algo ha sabido sorprender y algo ha sabido dejarse sorprender, y ahora ya está, todas las palabras son distintas. estás en casa, aquí la luz les llega para que ya no les queden letras. abrazo

Espléndido poema, amigo, creas un espacio de libertad profunda, y hay reliquias del ser que imitan la luz lejana de estrella.
Construyendo el templo de lo que nunca se pronuncia.
Decir te amo, sin frente, sin la posibilidad de dudar sobre ello.
Abrazo y felicitaciones, Bruno. Me han encantado las imágenes originales y todo.

Si mal toca, cuando moviéndose una lengua como hablando y diciendo nada sin boca. Reflexiva la palabra que semicallaste. Saludo.

Es tu imaginación la que brilla y deja hermosas imágenes para disfrutar
Besos
Pilar

Bruno, el poema me ha encantado, como huir de las palabras, como que no fueran necesarias, como si decir o no fueran la misma cosa y se llegase al mismo punto, pero, dentro de la casa, en su calor.

Un abrazo grande, amigo.

Carmen