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Muertos.-

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 2:45
por Manuel Alonso
Los muertos no necesitan dinero, tampoco entienden de mandos,
y no cocinan en casa, aunque gobiernen.
Tienen los ojos oscuros y profundos como las lagunas, y los zapatos brillantes,
como nosotros.
Una noche, en el asiento de atrás del coche, me dijo uno:
A ver si te acuerdas de mí, corazón.
Los muertos apenas andan solos, rodean con sus brazos
Las espaldas de las multitudes,
cuando les atacan con el arco, armas de fuego ó palabras esdrújulas,
Agreden en grupo como los lobos,
los hay dominantes.
Uno me dio un beso a traición, en la nuca, en una bocacalle de Callao,
Yo le di gentilmente las gracias y un paquete de churros vacío,
Otro me dio un bastón, llevaba camuflada una daga, para rebuscar en la basura,
bucear en los contenedores,
Sólo encontré la voluntad de sacrificio,
y la generosidad en la entrega,
cosas sin importancia,
en el fondo,

Los muertos hacen el tonto, balbucean preguntas de niños.
Son amigos de los genios y de los comas etílicos.
Son amigos íntimos de los vecinos.

Cuando les miran saltan a la comba y beben cerveza negra,
Cuando les entierran, les maquillan, ensalzan y coronan como a los ídolos,
Cuando les comprenden, sin remedio parpadean como los lagartos.

Un día me muero para que me entierren con los vaqueros,
Una tarde resucito en la lavadora o en el frigorífico,
Una noche de copas, como una sopa.

Los muertos rondan por la M-30, M-40, M- de letras…
de mística, de pagarés, de música,
Dando vueltas y más vueltas a la cabeza,
Leyendo de la vida hasta la letra más pequeña,
no les importa que se cierren los semáforos,
que les prohíban las direcciones prohibidas,
cuando abren los bancos, cierran las mandíbulas,
se ponen a la cola, en fila india, como las hormigas,

No hay nada más insólito que su color,
El matiz de su color, ni pálido, ni desvaído, ni macilento,
Simplemente enigmático, misterioso, excluyente,
Como la caligrafía del poeta Antonio Gamoneda,
¿la habéis visto?

La sangre cuando deja de correr,
Parece que anda por las plantas de los pies,
Las plantas sótanos, las plantas carnívoras,
pierde todo su encanto, todo el color, como la flor de un día,

Lo más parecido al color de los muertos,
Que yo he visto en mi vida,
Es el semblante de los toreros,
Cuando aguardan y observan desde el burladero,
Vistiendo esos trajes bellísimos de luces y colores escogidos,
Las maneras y quiebros de un toro bragado,
Antes de empezar la faena,
Un color inescrutable.


Nada más grave que ignorarlos,
Nada más ingenuo que perseguirlos,
Nada más triste, que su consola,

Los muertos mienten, pero no engañan,
Dicen obscenidades, pero en horarios de adultos,
Dicen que son muertos, pero nadie les envidia.

Aquél muerto que me dijo me acordara de él,
Me invitó esta madrugada a unas sopas de ajo. M. Alonso.

Re: Muertos.-

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 10:53
por Óscar Distéfano
Manuel Alonso escribió:Los muertos no necesitan dinero, tampoco entienden de mandos,
y no cocinan en casa, aunque gobiernen.
Tienen los ojos oscuros y profundos como las lagunas, y los zapatos brillantes,
como nosotros.
Una noche, en el asiento de atrás del coche, me dijo uno:
A ver si te acuerdas de mí, corazón.
Los muertos apenas andan solos, rodean con sus brazos
Las espaldas de las multitudes,
cuando les atacan con el arco, armas de fuego ó palabras esdrújulas,
Agreden en grupo como los lobos,
los hay dominantes.
Uno me dio un beso a traición, en la nuca, en una bocacalle de Callao,
Yo le di gentilmente las gracias y un paquete de churros vacío,
Otro me dio un bastón, llevaba camuflada una daga, para rebuscar en la basura,
bucear en los contenedores,
Sólo encontré la voluntad de sacrificio,
y la generosidad en la entrega,
cosas sin importancia,
en el fondo,

Los muertos hacen el tonto, balbucean preguntas de niños.
Son amigos de los genios y de los comas etílicos.
Son amigos íntimos de los vecinos.

Cuando les miran saltan a la comba y beben cerveza negra,
Cuando les entierran, les maquillan, ensalzan y coronan como a los ídolos,
Cuando les comprenden, sin remedio parpadean como los lagartos.

Un día me muero para que me entierren con los vaqueros,
Una tarde resucito en la lavadora o en el frigorífico,
Una noche de copas, como una sopa.

Los muertos rondan por la M-30, M-40, M- de letras…
de mística, de pagarés, de música,
Dando vueltas y más vueltas a la cabeza,
Leyendo de la vida hasta la letra más pequeña,
no les importa que se cierren los semáforos,
que les prohíban las direcciones prohibidas,
cuando abren los bancos, cierran las mandíbulas,
se ponen a la cola, en fila india, como las hormigas,

No hay nada más insólito que su color,
El matiz de su color, ni pálido, ni desvaído, ni macilento,
Simplemente enigmático, misterioso, excluyente,
Como la caligrafía del poeta Antonio Gamoneda,
¿la habéis visto?

La sangre cuando deja de correr,
Parece que anda por las plantas de los pies,
Las plantas sótanos, las plantas carnívoras,
pierde todo su encanto, todo el color, como la flor de un día,

Lo más parecido al color de los muertos,
Que yo he visto en mi vida,
Es el semblante de los toreros,
Cuando aguardan y observan desde el burladero,
Vistiendo esos trajes bellísimos de luces y colores escogidos,
Las maneras y quiebros de un toro bragado,
Antes de empezar la faena,
Un color inescrutable.


Nada más grave que ignorarlos,
Nada más ingenuo que perseguirlos,
Nada más triste, que su consola,

Los muertos mienten, pero no engañan,
Dicen obscenidades, pero en horarios de adultos,
Dicen que son muertos, pero nadie les envidia.

Aquél muerto que me dijo me acordara de él,
Me invitó esta madrugada a unas sopas de ajo. M. Alonso.

Te doy mi bienvenida al foro. Te presentas con un poema, con un tema característico de los románticos, aunque tú le arropas con un manto de originalidad, pues las ideas orbitan con pinceladas surrealistas (escritura automática y metáforas paradojales), imágenes que llaman la atención y que vuelven atractiva la lectura (despiertas la curiosidad del lector). Quizás la exuberancia de palabras atente un tanto contra el concretismo, que es uno de los condicionantes primordiales de todo buen poema. Me dejas con ganas de leer más trabajos tuyos.

Un saludo fraterno.
Óscar

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 11:35
por Rafel Calle
Bienvenido, amigo Manuel, es un placer tenerte entre nosotros; esperemos que Alaire sea de tu gusto.
Te presentas con un interesante trabajo salpicado de momentos ingeniosos e incluso brillantes.
Efectivamente, Gamoneda tiene una caligrafía que se las trae; tengo muchos problemas para desantrañar lo que dicen sus cartas (siempre escribe con pluma).
Nos iremos leyendo.
Un cordial saludo.

re: Muertos.-

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 13:14
por Pilar Morte
Un poema un tanto surrealista pero que atrapa su lectura. Un gusto conocer tu palabra.
Bienvenido al foro. Te deseo feliz estancia.
Un abrazo
Pilar

Re: Muertos.-

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 16:28
por Hallie Hernández Alfaro
Manuel Alonso escribió:Los muertos no necesitan dinero, tampoco entienden de mandos,
y no cocinan en casa, aunque gobiernen.
Tienen los ojos oscuros y profundos como las lagunas, y los zapatos brillantes,
como nosotros.
Una noche, en el asiento de atrás del coche, me dijo uno:
A ver si te acuerdas de mí, corazón.
Los muertos apenas andan solos, rodean con sus brazos
Las espaldas de las multitudes,
cuando les atacan con el arco, armas de fuego ó palabras esdrújulas,
Agreden en grupo como los lobos,
los hay dominantes.
Uno me dio un beso a traición, en la nuca, en una bocacalle de Callao,
Yo le di gentilmente las gracias y un paquete de churros vacío,
Otro me dio un bastón, llevaba camuflada una daga, para rebuscar en la basura,
bucear en los contenedores,
Sólo encontré la voluntad de sacrificio,
y la generosidad en la entrega,
cosas sin importancia,
en el fondo,

Los muertos hacen el tonto, balbucean preguntas de niños.
Son amigos de los genios y de los comas etílicos.
Son amigos íntimos de los vecinos.

Cuando les miran saltan a la comba y beben cerveza negra,
Cuando les entierran, les maquillan, ensalzan y coronan como a los ídolos,
Cuando les comprenden, sin remedio parpadean como los lagartos.

Un día me muero para que me entierren con los vaqueros,
Una tarde resucito en la lavadora o en el frigorífico,
Una noche de copas, como una sopa.

Los muertos rondan por la M-30, M-40, M- de letras…
de mística, de pagarés, de música,
Dando vueltas y más vueltas a la cabeza,
Leyendo de la vida hasta la letra más pequeña,
no les importa que se cierren los semáforos,
que les prohíban las direcciones prohibidas,
cuando abren los bancos, cierran las mandíbulas,
se ponen a la cola, en fila india, como las hormigas,

No hay nada más insólito que su color,
El matiz de su color, ni pálido, ni desvaído, ni macilento,
Simplemente enigmático, misterioso, excluyente,
Como la caligrafía del poeta Antonio Gamoneda,
¿la habéis visto?

La sangre cuando deja de correr,
Parece que anda por las plantas de los pies,
Las plantas sótanos, las plantas carnívoras,
pierde todo su encanto, todo el color, como la flor de un día,

Lo más parecido al color de los muertos,
Que yo he visto en mi vida,
Es el semblante de los toreros,
Cuando aguardan y observan desde el burladero,
Vistiendo esos trajes bellísimos de luces y colores escogidos,
Las maneras y quiebros de un toro bragado,
Antes de empezar la faena,
Un color inescrutable.


Nada más grave que ignorarlos,
Nada más ingenuo que perseguirlos,
Nada más triste, que su consola,

Los muertos mienten, pero no engañan,
Dicen obscenidades, pero en horarios de adultos,
Dicen que son muertos, pero nadie les envidia.

Aquél muerto que me dijo me acordara de él,
Me invitó esta madrugada a unas sopas de ajo. M. Alonso.


Imponente y sobrio trabajo, Manuel. Bienvenido seas a esta aula de poesía.

Un gusto tenerte entre nosotros.

Saludos cordiales.

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 21:35
por Manuel Alonso
gracias por seguirme, tu poema me parece espléndido. Un abrazo Oscar.

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 21:38
por Manuel Alonso
Gracias Rafael. Ayer casualmente os descubrí en Internet cuando trataba de localizar algún poema recitado por Gamoneda. Veo que habeis presentado el libro en León. Vosotros sois de León? Un abrazo.

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 21:40
por Manuel Alonso
Gracias Hallie, muchas gracias. Es un placer.

Publicado: Jue, 09 Ene 2014 23:21
por Nésthor Olalla
Bienvenido a la casa, compañero. Traes un poema de muertos que no han perdido la esperanza ni el brillo de sus zapatos, y eso último, al menos para mí me hace bien.


Sí.

Publicado: Vie, 10 Ene 2014 0:33
por Ana Muela Sopeña
Bienvenido, Manuel:

Me ha encantado tu poema. Los muertos que parecen zombis hacen muchas cosas y todas tienen un tinte un poco gótico.

Impresionante tu mundo surrealista.

Felicidades
Un beso
Ana

Publicado: Vie, 10 Ene 2014 0:51
por Manuel Alonso
Muchas gracias Néstor, agradezco tu bienvenida, un abrazo.

Publicado: Vie, 10 Ene 2014 0:54
por Manuel Alonso
Muchas gracias Ana, me alegra que mi poema te guste, en León, como sabes, hay una catedrál gótica impresionante.Un beso.

Publicado: Vie, 10 Ene 2014 14:12
por Rafel Calle
De León, amigo Manuel, procede Julio González y creo que también Víctor Mallada. Conocemos al maestro Gamoneda porque, entre otras cosas, es socio de honor de nuestra Asociación Alaire.
Ayer, en el chat, no te pude saludar porque estábamos en plena entrevista.
Abrazos.

Publicado: Vie, 10 Ene 2014 19:34
por Guillermo Cumar.
Buen trabajo, Manuel. Los muertos leen tu poema de muerte existencial
y con ellos te presentas en Alaire. Se te da la bienvenida y aplausos a esos
muertos vivientes que arrebatan la poesía desde el lado opuesto de la vida.

un abrazo

Publicado: Sab, 11 Ene 2014 2:26
por Macedonio Tracel
el poema me atrae. me atrae también que alguien se presente hablando de muertos.
la desmesura y el borde es algo que me atrae de los muertos, cuando no se les puede medir el tamaño y la cosas no terminan, se extienden sin sucesión de días y noches. lo otro es el filo por donde arman su escena, ni de un lado ni del otro, sin irse. vuelvo a marcar es muy auspicioso elegir la costumbres de los muertos para presentar a la poesía. saludos