Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:
Ruedo por laberintos sin salida,
no tengo manos para alzarme a las lucernas,
y la nube que veo permanece.

Me repito incesante con el corazón en el vientre,
no sé regular el dolor
y soy una amalgama de silencio que sólo espera el milagro.

¿Qué es la vida sino un adiós,
una libertad buscada
o un despedirse sin querer?

Sufro por ver como destierran sus nombres,
como el infinito aleja sus paredes
y construye fortalezas inexpugnables
mientras un glacial recorre la distancia.

Ellos se querían,
por eso llora el presente
y ya no junta sus tiempos.

Yo me engarzo a la luz para orientarla a sus rostros
y visualizo sus ternuras por si logro acercarlas.

Pero el miedo fatiga el día,
es ese dolor en la sien del que porfía.

Julio González Alonso escribió:

Pilar Morte escribió:
Ruedo por laberintos sin salida,
no tengo manos para alzarme a las lucernas,
y la nube que veo permanece.

Me repito incesante con el corazón en el vientre,
no sé regular el dolor
y soy una amalgama de silencio que sólo espera el milagro.

¿Qué es la vida sino un adiós,
una libertad buscada
o un despedirse sin querer?

Sufro por ver como destierran sus nombres,
como el infinito aleja sus paredes
y construye fortalezas inexpugnables
mientras un glacial recorre la distancia.

Ellos se querían,
por eso llora el presente
y ya no junta sus tiempos.

Yo me engarzo a la luz para orientarla a sus rostros
y visualizo sus ternuras por si logro acercarlas.

Pero el miedo fatiga el día,
es ese dolor en la sien del que porfía.

Amiga Pilar, tus últimos poemas destilan reflexiones existencialistas y se debaten en laberintos de tiempo, finitud, la experiencia de lo efímero y vivencia del pasado. Se cierran con poca esperanza, en general, en gritos de despedidas desde el susurro y la voz pausada de tus versos. Nos haces ver el otro lado de la vida en la cocina del tiempo que nos sirve la cena fría. Poesía necesaria...
Con abrazos.
Salud.

federico ruibal escribió:Pilar, enhorabuena. Magnífico. Divino. Me encantó.



f.-

J. J. M. Ferreiro escribió:Un gran poema, Pilar, que destila poesía de la buena, dolor e imposibilidad... fustración, pero la poeta continúa en la lucha.... de ti no se puede esperar menos.

Destacaría estos momentos:

Me repito incesante con el corazón en el vientre,
no sé regular el dolor
...............................
............................
Ellos se querían,
por eso llora el presente
y ya no junta sus tiempos.

Yo me engarzo a la luz para orientarla a sus rostros
y visualizo sus ternuras por si logro acercarlas.

Pero el miedo fatiga el día,
es ese dolor en la sien del que porfía.

Biquiños, querida amiga

Ramón Carballal escribió:Versos profundamente existenciales. Uno de esos poemas que nos hace pensar en el sentido de la vida. Lo he disfrutado, Pilar. Mi felicitación y un beso.

Óscar Distéfano escribió:Yo veo una voz poética que sufre, que toma conciencia del tiempo, de los despojos humanos que va dejando; y lo hace a través de la observación de otras vidas (que pueden ser cercanas, tal vez familiares). Quizás una de las más agudas angustias que un ser humano pueda sufrir es la de palpar la decadencia de otros seres humanos, ver con impotencia cómo las horas van engullendo los últimos trozos de vida que van porfiando. Este poema me resulta de un enorme sentido existencial y humano. Te has adentrado a reflexionar sobre cuestiones que sólo la experiencia (humana y poética) te permiten afrontar, y lo has hecho de una manera poéticamente exquisita.

Mis aplausos, amiga mía.
Un abrazo.
Óscar