Editorial Alaire

La gloria quedará tras el ocaso
y mira que no vi tu maravilla...
Así que en adelante el cielo brilla
con africano tono a modo raso.

Indómito martillo fue tu paso
y no importando tronco y ruda astilla,
en tanto nace pena en mi costilla,
por tu rugir hoy trunco. Siendo el caso

muy pronto brillarás en plena acera,
de las celestes tardes lusitanas
donde tu llama fuera la lumbrera.

No importan los colores... Las ventanas
hoy tienen la mortaja y tengo ganas,
de musitar sin más: ¡Adeus Pantera!

*Nota: No soy aficionado al Benfica de Portugal, sino a su acérrimo rival el Sporting de Lisboa. Sin embargo hoy el mundo futbolístico ha perdido a un hombre que independientemente de los colores, universalmente engalanó las pupilas de quienes lo vieron en acción: Eusebio Ferreira Da Silva "la Perla Negra de Mozambique" la "Pantera Negra de Portugal" que entre los años 60 y principios de los 70 cimentó mucha de la historia no solo del Benfica, sino del futbol portugués, al que puso en el mapa en el mundial de Inglaterra 66 donde anotaría 9 goles siendo el goleador del torneo. Fue además la primera bota de Oro -entregada por la revista France Football- en 1967 y antes de esto ya había puesto el nombre de Portugal al ganar dos ediciones de la Copa de Europa de Clubes con su club el Benfica. Hasta el día de hoy sigue siendo el máximo artillero de la liga portuguesa y veo muy dificil que algún delantero lo pueda igualar o mucho menos superar.

Mis más sentidas condolencias a su familia y a la afición del Benfica.

"La gloria quedará tras el ocaso
y mira que no vi tu maravilla...
Así que en adelante el cielo brilla
con africano tono a modo raso.

Indómito martillo fue tu paso
y no importando tronco y ruda astilla,
en tanto nace pena en mi costilla,
por tu rugir hoy trunco. Siendo el caso

muy pronto brillarás en plena acera,
de las celestes tardes lusitanas
donde tu llama fuera la lumbrera.

No importan los colores... Las ventanas
hoy tienen la mortaja y tengo ganas,
de musitar sin más: ¡Adeus Pantera! "

Pulcro y sentido homenaje, Alberto.

Saludos cordiales.

Todo amante del deporte y sobre todo del futbol tiene hoy la tristeza
en su mirada. Fue un artista del balón pie y permanece en los anales
de su historia.

Un abrazo y un apaluso, por tu soneto insigne.

No me sorprende, Alberto, la prontitud y estilo con que respondes a la despedida de uno de esos héroes que tienen siempre un lugar en el recuerdo. Me sorprendió en su día, a través de uno de tus blogs, donde demostrabas los valores que puede transmitir una práctica deportiva. Creo que el artista tiene la capacidad de extraer belleza de tanta confusión, recordarnos que nadie mejor que el futbolista representa la imagen de gloria, el anhelo de inmortalidad, la representación de su pueblo de aquellos kuroi griegos. Supongo que el fútbol me gustaría tanto como llegó a gustarme si hubiera más aficionados que lo interpretaran como tú, que diciendo Garrincha, Best o Mágico González sabes perfectamente a que actitudes vitales se hace referencia. Eusebio, muy lejos de aquellos tres en su comportamiento fuera de los campos, representó en sí mismo todas las paradojas de una dictadura no tan cruenta como otras, pero, al fin y al cabo, dictadura; el propio Salazar en persona le impidió vivir su aventura italiana y ganar en un par de años lo que no ganó en toda su carrera. Bueno, cuando escuchamos Benfica pensamos en Eusebio, y él pudo ser consciente de ello durante muchos años.

Un abrazo.