Editorial Alaire

No tiene nombre, como casi todos. Aquí lo dejo.






10 A.M.
Los helicópteros sobrevuelan
la zona en guerra.
Bombas en el horizonte
y metralla en los cuerpos
de los hombres caídos.

El militar, joven – demasiado-,
sujeta un arma grande
con la que espera
desmembrar cuerpos,
volar cabezas
y robar la vida
a gentes de una cultura que desconoce.

Sonríe orgulloso
cada vez que acierta un tiro
en la zona bélica.

No sabe por qué está allí,
si defiende el honor de un país
o su objetivo es ensanchar las fronteras
de la nación de banderas ondeantes.
Mata. Dispara sin hacer preguntas
y sonríe, y disfruta, y grita lleno de júbilo.

25 de diciembre. Navidad.
El regalo ha sido un nuevo videojuego.




Daniel J. Rodríguez.

Brillante Daniel!!!
Logras escandalizarnos con las imágenes iniciales y, luego, nos sumerges en una descarnada reflexión cuando develas el escenario exacto que venías presentando... ese soldado -demasiado joven- puede ser cualquiera de nuestros hijos.

Te felicito por tu agudeza y talento. Feliz calendario nuevo!

Hola Daniel, es el primer poema tuyo que leo y me parece muy prometedor, espero que te encuentres a gusto en el foro y poder seguir leyéndote.

Saludos.

[quote="Daniel J. Rodríguez"]

Me parece un poema interesante, Daniel. Te animo a perseverar.
Saludos.

Estimados Israel, Roberto y Arturo,

Gracias por pasar por este rinconcito donde me atrevo a poner mis textos. Y gracias por comentar.

No son poemas porque yo no soy poeta, por ello se agradece, más todavía, el tiempo invertido por vosotros.

Original y certero tu poema, Daniel.

La verdad es que esos videojuegos no son nada inocentes. Enseñan a matar y a considerar enemigo al "otro".

Buenísimo tu poema.

Para reflexionar...

Enhorabuena
Un beso
Ana

Ana, disculpa la tardanza.

Gracias por comentar e invertir tu tiempo aquí.

Muy bonito, Daniel.

Me gustan estos poemas que te presentan una historia inicial y luego, como mago escamoteador, el poeta te lleva a su parcela con un final de impacto.

Enhorabuena y que que te encuentres a gusto en este rincón literario.

Un abrazo,

Víctor F. Mallada

Gracias por pasarte por aquí, leer mi texto y dedicar unos minutos a comentarlo.

Un placer.

En zona militar no hay miramientos ni respetos. Las órdenes se
acatan sin rechistar.

Sensible tu poema de crítica a la osadía de las guerras y otros tiros.

un abrazo