Castillo de naipes
Publicado: Dom, 29 Dic 2013 16:12
Algo quebró su cuerpo.
Algo ocurrió...
Algo debió haber enfermado,
como si hubieran germinado bacterias de abismo
en el cemento del silencio,
o quizá hubo una guerra fraguándose en las entrañas
de la materia
y se rebeló contra su mísero destino.
Sentí algo así como un chasquido,
como si se le hubiera quebrado algún hueso
a la convicción de sus cimientos,
como si rondara la muerte su pureza fractal.
Llegó hasta mis oídos el aliento de un cuchillo
y vi su roja cabeza derrumbarse
hacia el centro de los labios,
la vi hundirse en un vórtice de humo,
y ya sólo pude sentir
esa escalada de la impotencia cebarse con mi suerte.
No puedo sostenerlo.
Solo tengo estas manos de niña
cuya piel se abre cuando el viento la muerde,
mi absoluta torpeza para el cálculo
que siempre me privó del álgebra perfecto de la luz.
Y ese temor al aire en rebeldía
cuando se obstina en azotar sin piedad
el castillo de naipes
de mi vida.
Algo ocurrió...
Algo debió haber enfermado,
como si hubieran germinado bacterias de abismo
en el cemento del silencio,
o quizá hubo una guerra fraguándose en las entrañas
de la materia
y se rebeló contra su mísero destino.
Sentí algo así como un chasquido,
como si se le hubiera quebrado algún hueso
a la convicción de sus cimientos,
como si rondara la muerte su pureza fractal.
Llegó hasta mis oídos el aliento de un cuchillo
y vi su roja cabeza derrumbarse
hacia el centro de los labios,
la vi hundirse en un vórtice de humo,
y ya sólo pude sentir
esa escalada de la impotencia cebarse con mi suerte.
No puedo sostenerlo.
Solo tengo estas manos de niña
cuya piel se abre cuando el viento la muerde,
mi absoluta torpeza para el cálculo
que siempre me privó del álgebra perfecto de la luz.
Y ese temor al aire en rebeldía
cuando se obstina en azotar sin piedad
el castillo de naipes
de mi vida.