Editorial Alaire

Yo te amaba.
Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios,
la luna se asfixiaba sobre los espejos de tus muslos
y las sienes del sumo sacerdote carecían de adornos.

Yo te amaba.
El atardecer era sólo una proximidad de níquel,
los lirios de las tumbas estaban fuertemente amordazados
y la lluvia se la bebió la omnipotencia de la noche.

Yo te amaba.
Los niños preguntaban por los ancestros equivocados,
los faisanes iban cayendo al son de las jaculatorias
y se rezaban rosarios de calaveras infértiles.

Pero yo te amaba.
En la multitud de tus caderas, fui;
sobre tus aleros de niebla, fui.
Fui de tu amor, pero nunca fui.

Magnífica entrega, Jerónimo, un poema con imágenes de gran poder sugestivo. Te veo muy suelto y creativo, manejando estas herramientas tan novedosas en tu estilo; antes más narrativo.
Cómo me alegro de tu regreso activo a los foros, que, actualmente, me atrevo a afirmar que están en el momento más álgido de su existencia. Vienen a dejar aquí sus trabajos, poetas de mucho peso específico y experiencia; tú eres uno de los último "refichajes".

Un fuerte abrazo y Felices Pascuas para ti y todos los tuyos.

Magnífico poema, con una profundidad que llega a ser abismal. Lo que más me gusta es la repetición como figura en tu escrito, la cual le da más énfasis al final, generando un remate simplemente genial.

Te dejo mis saludos amigo.

Satír.

Muy hermoso trabajo, amigo Jerónimo, y una clase magistral de versificación vanguardista, en este caso y aunque la forma sea lo de menos, entre otras cosas porque eres de esos que pueden elegir el formato, tanto rítmico como semántico, se trata de multimetría de alta graduación metafórica y muy evocadora.

“Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios”, brillante marfil de un vuelo dental. Y así todo, cuando la musicalidad acude en una cadena fónica técnicamente irreprochable.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Fui de tu amor, pero nunca fui.

Sé que hay versos más hermosos pero éstos me llegaron de manera especial, quizá por eso de la identificación. Precioso poema de principio a fin. Es muy grato leerte
Besos
Pilar

Felicitarte por partida doble, por el poema que nos compartes, y por todo lo bueno que he leído en tu blog.
Felices Fiestas.

J. J. M. Ferreiro escribió:Magnífica entrega, Jerónimo, un poema con imágenes de gran poder sugestivo. Te veo muy suelto y creativo, manejando estas herramientas tan novedosas en tu estilo; antes más narrativo.
Cómo me alegro de tu regreso activo a los foros, que, actualmente, me atrevo a afirmar que están en el momento más álgido de su existencia. Vienen a dejar aquí sus trabajos, poetas de mucho peso específico y experiencia; tú eres uno de los último "refichajes".

Un fuerte abrazo y Felices Pascuas para ti y todos los tuyos.

Gracias, J. J., por tus elogios, que son fruto, principalmente, de nuestra amistad.

Sí: tengo libros muy narrativos, pero también tengo libros de textura irracional, aunque creo que ahora le estoy cogiendo más el pulso.

Efectivamente, el nivel de los poetas del foro es muy alto y me considero afortunado de estar aquí.

Felices Pascuas también para ti y los tuyos, a los que mando mis recuerdos.

Un abrazo.

Jerónimo

Antonio Satír escribió:Magnífico poema, con una profundidad que llega a ser abismal. Lo que más me gusta es la repetición como figura en tu escrito, la cual le da más énfasis al final, generando un remate simplemente genial.

Te dejo mis saludos amigo.

Satír.

Me ha conmovido tu comentario, Antonio. Conseguir llegar tan cerca de alguien es algo inefable. Sobre todo, tratándose de un poeta de tu excelencia.

Recibe mi agradecimiento más cordial y amistoso y mi fuerte abrazo.

Jerónimo

Jerónimo Muñoz escribió:Yo te amaba.
Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios,
la luna se asfixiaba sobre los espejos de tus muslos
y las sienes del sumo sacerdote carecían de adornos.

Yo te amaba.
El atardecer era sólo una proximidad de níquel,
los lirios de las tumbas estaban fuertemente amordazados
y la lluvia se la bebió la omnipotencia de la noche.

Yo te amaba.
Los niños preguntaban por los ancestros equivocados,
los faisanes iban cayendo al son de las jaculatorias
y se rezaban rosarios de calaveras infértiles.

Pero yo te amaba.
En la multitud de tus caderas, fui;
sobre tus aleros de niebla, fui.
Fui de tu amor, pero nunca fui.

Jerónimo, un poema de resonancias infinitas, inolvidable. Me conmueve su belleza. Abrazos, ERA

Musicalidad y ambición poética en tus versos, amigo.

un placer leerte.

Un abrazo

Me ha encantado, el poema nos envuelve en un ambiente de misterios dibujados con gran lirismo y belleza para sugerir la dilatación de los sentidos y evocar el amor en sus dos estados, carnal y espiritual.

Los niños preguntaban por los ancestros equivocados, me parece un verso fundamental, como un retorno a la inseguridad de la existencia.

Muchos abrazos y Feliz Navidad, Jerónimo.

Jerónimo Muñoz escribió:Yo te amaba.
Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios,
la luna se asfixiaba sobre los espejos de tus muslos
y las sienes del sumo sacerdote carecían de adornos.

Yo te amaba.
El atardecer era sólo una proximidad de níquel,
los lirios de las tumbas estaban fuertemente amordazados
y la lluvia se la bebió la omnipotencia de la noche.

Yo te amaba.
Los niños preguntaban por los ancestros equivocados,
los faisanes iban cayendo al son de las jaculatorias
y se rezaban rosarios de calaveras infértiles.

Pero yo te amaba.
En la multitud de tus caderas, fui;
sobre tus aleros de niebla, fui.
Fui de tu amor, pero nunca fui.

Es plausible tu poema, compañero. La emoción me llega, no sólo de la aprehensión clara del mensaje con sus hondas evocaciones sentimentales, sino, además, de un soplo renovador de su forma, que se sustenta, nítidamente, en atmósferas clásicas, en un esquema de raíz tradicional aunque prescindiendo del ritmo acentual. los versos, para mí versiculares, adquieren su fuerza rítmica de cláusulas psíquicas bien determinadas (con nada de encabalgamientos. Como si cada verso formase un bloque compacto) y de sorprendentes imágenes con chispazos surrealistas, yuxtapuestos sin pausas.
Para redondear la calidad del poema, apreciamos un cierre rotundo, logrado con la paradoja de las verdades incuestionables.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Jerónimo Muñoz escribió:Yo te amaba.
Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios,
la luna se asfixiaba sobre los espejos de tus muslos
y las sienes del sumo sacerdote carecían de adornos.

Yo te amaba.
El atardecer era sólo una proximidad de níquel,
los lirios de las tumbas estaban fuertemente amordazados
y la lluvia se la bebió la omnipotencia de la noche.

Yo te amaba.
Los niños preguntaban por los ancestros equivocados,
los faisanes iban cayendo al son de las jaculatorias
y se rezaban rosarios de calaveras infértiles.

Pero yo te amaba.
En la multitud de tus caderas, fui;
sobre tus aleros de niebla, fui.
Fui de tu amor, pero nunca fui.

Un poema bellísimo, fuerte, dueño de una esencia universal que nos deja perplejos y emocionados.
En el último verso hay un calado tan hondo que sólo puede retribuirse con tallos de eternidad.

De pie para la ovación, querido compañero.

Abrazos y felicidad.

Jerónimo Muñoz escribió:Yo te amaba.
Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios,
la luna se asfixiaba sobre los espejos de tus muslos
y las sienes del sumo sacerdote carecían de adornos.

Yo te amaba.
El atardecer era sólo una proximidad de níquel,
los lirios de las tumbas estaban fuertemente amordazados
y la lluvia se la bebió la omnipotencia de la noche.

Yo te amaba.
Los niños preguntaban por los ancestros equivocados,
los faisanes iban cayendo al son de las jaculatorias
y se rezaban rosarios de calaveras infértiles.

Pero yo te amaba.
En la multitud de tus caderas, fui;
sobre tus aleros de niebla, fui.
Fui de tu amor, pero nunca fui.

A pesar de la oscuridad que se advierte en tus versos nos regalas un poema antológico.

Precioso a rabiar.

Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Muy hermoso trabajo, amigo Jerónimo, y una clase magistral de versificación vanguardista, en este caso y aunque la forma sea lo de menos, entre otras cosas porque eres de esos que pueden elegir el formato, tanto rítmico como semántico, se trata de multimetría de alta graduación metafórica y muy evocadora.

“Brotaban gaviotas nocturnas de tus labios”, brillante marfil de un vuelo dental. Y así todo, cuando la musicalidad acude en una cadena fónica técnicamente irreprochable.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Bueno, bueno, Rafel. Tus palabras me honran bastante más de lo que merezco.
Te agradezco mucho tu comentario, que cobra aún más valor viniendo de ti.
También te agradezco tu felicitación por el poema, felicitación que te devuelvo, en mi caso para desearte paz y amor en esta Navidad y en el año entrante.

Un abrazo.

Jerónimo