Manso curso
Publicado: Vie, 20 Dic 2013 19:19
En el manso curso de las letras escribo y me pregunto en qué lugar habría de ubicar las palabras y no encuentro ribera exacta, en la que encajen como verdor que adorne a la misma Naturaleza. Así que vago por los lugares para apartarme un poco más tarde.
He visto jardines tales que la memoria no puede olvidarlos, jardines con flores blancas que en nada se asemejan al mundo. Mundo, mundo, mundo cautivo del voto, de los seriales, de las palabras huecas de la política en ciernes, de las promesas que jamás se ven cumplidas. ¿Qué restituye al Hombre si no es el amor?
Y pocos hablan de amor y menos lo ejercen. Es el mundo así o eso dicen.
¿Qué será del mundo sin amor? Será lo que es hoy: falacias y mentiras, instrucción del pensamiento desde la infancia, consumismo como droga social y abandono frente a una pantalla que ni habla ni respira. Mundo cautivo de pantallas, a cada tramo más extensas, que geolocalizan nuestros pasos, determinan nuestros tiempos a golpe de wassaps.
Manso curso del pensamiento por encima de la Democracia, que puentes y ciudades enteras alaban y bendicen con mueca de cautivo de los Bancos y de las Leyes abusivas. Y escribimos, sí, escribimos y salimos a dar un paseo por la virtualidad de una pantalla.
Es Navidad! Navidad que disgusta a tantos como personas han perdidos seres queridos, como a personas que compran y compran en contra de su voluntad. Otros curan su ansiedad y su vacío comprando. El Niño Dios se ha perdido, pues nadie se acuerda de Él. Y el voto cautivo y el murmullo del estío por llegar y viajar y viajar, disfrutando de la libertad ficticia.
¡Ese pájaro que vuela es una delicia! y el corazón se anega en notas cósmicas contemplando su periplo. Todavía quedan camposantos en las mentes, mientras los pies permanecen presos de la tierra exacta, instruida.
Las voluntades doblegadas y sumisas.
He visto jardines tales que la memoria no puede olvidarlos, jardines con flores blancas que en nada se asemejan al mundo. Mundo, mundo, mundo cautivo del voto, de los seriales, de las palabras huecas de la política en ciernes, de las promesas que jamás se ven cumplidas. ¿Qué restituye al Hombre si no es el amor?
Y pocos hablan de amor y menos lo ejercen. Es el mundo así o eso dicen.
¿Qué será del mundo sin amor? Será lo que es hoy: falacias y mentiras, instrucción del pensamiento desde la infancia, consumismo como droga social y abandono frente a una pantalla que ni habla ni respira. Mundo cautivo de pantallas, a cada tramo más extensas, que geolocalizan nuestros pasos, determinan nuestros tiempos a golpe de wassaps.
Manso curso del pensamiento por encima de la Democracia, que puentes y ciudades enteras alaban y bendicen con mueca de cautivo de los Bancos y de las Leyes abusivas. Y escribimos, sí, escribimos y salimos a dar un paseo por la virtualidad de una pantalla.
Es Navidad! Navidad que disgusta a tantos como personas han perdidos seres queridos, como a personas que compran y compran en contra de su voluntad. Otros curan su ansiedad y su vacío comprando. El Niño Dios se ha perdido, pues nadie se acuerda de Él. Y el voto cautivo y el murmullo del estío por llegar y viajar y viajar, disfrutando de la libertad ficticia.
¡Ese pájaro que vuela es una delicia! y el corazón se anega en notas cósmicas contemplando su periplo. Todavía quedan camposantos en las mentes, mientras los pies permanecen presos de la tierra exacta, instruida.
Las voluntades doblegadas y sumisas.