ESTIVAL EN MI CIUDAD
Publicado: Mié, 18 Dic 2013 15:34
ESTIVAL EN MI CIUDAD
De cuando la cálida estrella, hilvana en el donoso aire un fértil abrigo que artero agobia al azulino cielo.
... abluce cual súbditas
a las triviales brevas,
premiando jocundas al hombre
azotado ya por la fatiga.
Ergo, ficticias historias
repentinamente invaden el lugar,
para en su marcha
dar descanso a tutelares lindeces.
Algunos todavía coexisten
en el desdeñoso vaivén
desafiando el yugo,
esclavos de la tierra.
La sed agoniza
a los míseros haravecs,
recordando nenúfares que los olvidaron
a la vera de la falaz senda.
Volvemos a despertar
para recorrer secos caminos,
con ventana
al marmolado palacio de la beldad.
Cual venas del horizonte
renacen muy raudos raudales,
que indómitos dominan
tal plácido paisaje.
Volviéndose un cosmos esmeralda,
o jofaina armónica.
Donde las musas reposan
y encontrando aquí este,
mi versátil lugar.
Juan Cruz Bordoy
De cuando la cálida estrella, hilvana en el donoso aire un fértil abrigo que artero agobia al azulino cielo.
... abluce cual súbditas
a las triviales brevas,
premiando jocundas al hombre
azotado ya por la fatiga.
Ergo, ficticias historias
repentinamente invaden el lugar,
para en su marcha
dar descanso a tutelares lindeces.
Algunos todavía coexisten
en el desdeñoso vaivén
desafiando el yugo,
esclavos de la tierra.
La sed agoniza
a los míseros haravecs,
recordando nenúfares que los olvidaron
a la vera de la falaz senda.
Volvemos a despertar
para recorrer secos caminos,
con ventana
al marmolado palacio de la beldad.
Cual venas del horizonte
renacen muy raudos raudales,
que indómitos dominan
tal plácido paisaje.
Volviéndose un cosmos esmeralda,
o jofaina armónica.
Donde las musas reposan
y encontrando aquí este,
mi versátil lugar.
Juan Cruz Bordoy