Editorial Alaire

I

Sueña la rosa
en medio de los túneles del tiempo.
Desolación.

II

En la ciudad
por las noches los pájaros no duermen.
Son los vigías.

III

Veo una luna
encaramada en nubes de papel
encima de tejados sin heridas.
Los gatos maúllan.

IV

La noche canta
los susurros perdidos del silencio.
Inspiración.

V

La lluvia suena
mientras hay un murmullo en lejanía.

VI

Pétalos blancos
dispersos en caminos de cerezos.
Brillan las piedras.

VII

Huellas en calles
a la vez que lo oscuro se disuelve
en la distancia.

VIII

Aceras solas,
el vacío disuelve soledades.
Misterio errante.

IX

Los transeúntes
atraviesan los círculos de sombra.
Nada se inmuta.

X

Juegan las niñas
en los parques con fuentes y con mirlos.
El tiempo huye.

XI

La ría gris
se presenta con música de cielo.
El agua brilla.

XII

Los edificios
esperan con paciencia el mediodía.
Un carillón.


Ana Muela Sopeña

Son casi Haikus, o pequeñas perlas de un collar de versos. Tus apuntes nos deslizan por esa magnitud que llamas invierno. Delicadamente delicioso.
Un abrazo
J. Manuel

Son como pétalos despiertos al rocío. Un placer sentirlos
Besos
Pilar

Gracias, José Manuel:

Me alegra mucho que estos breves te hayan gustado.

Un beso
Ana

Filosofía haikiana en premeditada poesía.

un abrazo