La caza de estrella
Publicado: Vie, 06 Dic 2013 17:43
Huyes, estrella, con pies de adolescente desmoronado;
con pies de llaga saltas por mis creencias en la nada.
Se atreve la luz a no ser tu dimensión de piedra calcinada,
tu egocentrismo de rauda lente por donde mira la inexistencia
su frágil antítesis
tendida sobre olas difuntas.
Me sentaré, una vez más, en el parqueadero de los mercados
donde el avispero de la malicia está saturado
para tragarme tu alma de neón lejano
y alumbrar el fiasco de mis entrañas, la cena barbárica de los despojos.
Tenemos en común
un cuervo con cabeza de hombre
que persigue la parte de nosotros
parecida a las frases que escriben los bichos en oráculos de agonía
o la impuridad de un tiempo que se escribe a solas
en libros entreabiertos de arena
con tinta almacenada en la joroba de los camellos.
Huyes, estrella, y me subo al coche de los huesos
y enciendo un cigarrillo
sabiendo que estas carreras nunca terminan bien.
con pies de llaga saltas por mis creencias en la nada.
Se atreve la luz a no ser tu dimensión de piedra calcinada,
tu egocentrismo de rauda lente por donde mira la inexistencia
su frágil antítesis
tendida sobre olas difuntas.
Me sentaré, una vez más, en el parqueadero de los mercados
donde el avispero de la malicia está saturado
para tragarme tu alma de neón lejano
y alumbrar el fiasco de mis entrañas, la cena barbárica de los despojos.
Tenemos en común
un cuervo con cabeza de hombre
que persigue la parte de nosotros
parecida a las frases que escriben los bichos en oráculos de agonía
o la impuridad de un tiempo que se escribe a solas
en libros entreabiertos de arena
con tinta almacenada en la joroba de los camellos.
Huyes, estrella, y me subo al coche de los huesos
y enciendo un cigarrillo
sabiendo que estas carreras nunca terminan bien.