Editorial Alaire

Te has desnudado y el deseo
no penetra en mi cuerpo
cerrándome todos los caminos
que bajan a tu vientre
cuando intuyo que ha llegado
el momento del suicidio

perdí la voz
en el grito desesperado del aquelarre
negándole otras horas
a la bóveda de cristal de mi reloj
y te rechazo después de suplicarte
que me ames a escondidas

Un poema que tiene mucho que ver con la realidad.
Probablemente se desea mucho más lo que nunca se llega a conseguir, es la paradoja de la esperanza eterna.

Caben también otras lecturas, pero todas ellas en el contexto de un sentimiento bipolar.
Me gustó, compañero.
Un fuerte abrazo.

Luis Oroz.

Fernando Sabido,

me encantó tu poema, querido amigo

es nmagnífico


un abrazo fuerte

Don Fernando Sabido... Poema escéptico, el pesimismo en muy pocos versos.
El argumento es evidente. Gracias.