EN CLAVE DE DERROTA
Publicado: Mié, 04 Dic 2013 14:08
Vuelvo a tus ojos sin ser de nadie,
sin ser creyente.
He llegado a los jardines de tu frente
con las plegarias de antaño repetidas
y las heridas abiertas.
He llorado a las puertas de los días incoloros
y han segado mis rodillas los desiertos,
los futuros muertos y las caricias frías.
Vuelvo a tus ojos en clave de derrota,
con la boca quebrada y la palabra perdida,
y esta herida inmensa que duele como el tiempo
abarrotado de tu ausencia,
como el hueco arrasado de tu voz
y el olvido atroz del sabor de tu risa.
Te he querido tanto,
que se han secado los campos de mi destino
y he perdido las palabras,
que me he quedado sin cielo y sin sonrisa,
que he sentido el relicario de tu nombre
abandonado a la suerte de otros labios
que salieron al encuentro de mi cuerpo dormido,
perdido en el olvido de las calles solitarias.
Te he buscado tanto,
que he pintado las tardes de mañana
y las ventanas de cielo,
y los hielos de tu ausencia se han fundido
en esta mar que me ha devuelto al abandono.
No perdono el camino que te ha hecho de pasado
ni este amargo trago que perdura y martiriza.
He vuelto a tus ojos sin ser de nadie,
a pesar de tanto sueño destrozado.
sin ser creyente.
He llegado a los jardines de tu frente
con las plegarias de antaño repetidas
y las heridas abiertas.
He llorado a las puertas de los días incoloros
y han segado mis rodillas los desiertos,
los futuros muertos y las caricias frías.
Vuelvo a tus ojos en clave de derrota,
con la boca quebrada y la palabra perdida,
y esta herida inmensa que duele como el tiempo
abarrotado de tu ausencia,
como el hueco arrasado de tu voz
y el olvido atroz del sabor de tu risa.
Te he querido tanto,
que se han secado los campos de mi destino
y he perdido las palabras,
que me he quedado sin cielo y sin sonrisa,
que he sentido el relicario de tu nombre
abandonado a la suerte de otros labios
que salieron al encuentro de mi cuerpo dormido,
perdido en el olvido de las calles solitarias.
Te he buscado tanto,
que he pintado las tardes de mañana
y las ventanas de cielo,
y los hielos de tu ausencia se han fundido
en esta mar que me ha devuelto al abandono.
No perdono el camino que te ha hecho de pasado
ni este amargo trago que perdura y martiriza.
He vuelto a tus ojos sin ser de nadie,
a pesar de tanto sueño destrozado.