Editorial Alaire

Tal vez sean mentira
estos amaneceres en que te violan mis lágrimas
como si estuvieran poseídas por el fantasma de un pez carnívoro,
todavía sin nombre, como una radial a plena velocidad
arrojada en la piscina del tedio.
Yo pienso en la demencia de los duraznos,
en esta irresponsable forma de florecer
cuando no hay pájaros o niños que miren.
Y creo que tus arrugas son el sueño de la luz.
Que el aura clonada por los vikingos
que adornan sus fronteras con cabezas de ciervo
en estos países del miedo
donde a veces hacemos de turistas
te queda de maravilla.
Sí, me gusta cuando los serruchos de la niebla
atraviesan la noche
y su aorta sangra
como una idea mutilada por todos los dialectos del silencio
o un cordero que desaparece entre tus cabellos
rojos, muy rojos, extremadamente rojos
reinventando la tonalidad del homicidio en la vigilia;
pero tal vez sean mentira estos amaneceres
y hay que sanar como la cicatriz del viento,
cubriendonos de ceniza y lagartos.

Marius Gabureanu escribió:
Tal vez sean mentira
estos amaneceres en que te violan mis lágrimas
como si estuvieran poseídas por el fantasma de un pez carnívoro,
todavía sin nombre, como una radial a plena velocidad
arrojada en la piscina del tedio.
Yo pienso en la demencia de los duraznos,
en esta irresponsable forma de florecer
cuando no hay pájaros o niños que miren.
Y creo que tus arrugas son el sueño de la luz.
Que el aura clonada por los vikingos
que adornan sus fronteras con cabezas de ciervo
en estos países del miedo
donde a veces hacemos de turistas
te queda de maravilla.
Sí, me gusta cuando los serruchos de la niebla
atraviesan la noche
y su aorta sangra
como una idea mutilada por todos los idiomas del silencio
o un cordero que desaparece entre tus cabellos
rojos, muy rojos, extremadamente rojos
reinventando la tonalidad del homicidio en la vigilia;
pero tal vez sean mentira estos amaneceres
y hay que sanar como la cicatriz del viento,
cubriendonos de ceniza y lagartos.

Para empezar, me pongo en pie y aplaudo este poema mientas me llevo el cero.
Precioso, Marius.
Un abrazo.

Marisa, muchas gracias por hacer sentida tu presencia, me alegro que te ha gustado, amiga. Te abrazo en la distancia.

Otra entrega suprahumana, querido amigo. Al lado de Marisa apludiendo con emoción.

Vuelvo después con más tiempo. Abrazos y gracias por crear así.

Precioso poema con imágenes impactantes. Me uno a los aplausos.
Besos
Pilar

Hay una tristeza multiplicada, al tiempo que es la única esperanza del ser. Una silueta que se dibuja en el amor de una lágrima a la que irremisiblemente se tiene que volver. Tus poemas tienen una sensibilidad que cambia el ritmo del aire hasta detenerlo. Gracias por compartirlo.

Un gran abrazo.

Carmen

Impresionante derroche de imaginación Marius, imágenes que se quedan en la retina, desgarrador y hermoso.

Un abrazo, amigo.

Qué bien tratas y te tratan los fantasmas para demostrar que la inspiración
vestida de metáfora y elegantes genitivos que se acoplan magníficamente
en la exposición de tus determinantes expresiones.

un abrazo

Ay, Marius, un poema impactante en sus imágenes, tu creatividad es sorprendente, aunque me ha dejado un regusto de infelicidad me ha encantado, y digo yo cómo no encantarse de quien piensa en la demencia de los duraznos, o del que cree que sus arrugas son el sueño de la luz, o quien habla de una idea mutilada por todos los dialectos del silencio, no, no, es que para empezar ya desde los dos primeros versos, bueno mejor lo dejo porque tampoco digo nada, sólo eso que me ha encantado.

Abrazos