Editorial Alaire

Esta casa abre su gesto de boca inmensa,
su osario de pájaro
o alguacil.

Dentro, los pasillos escarlatas, los dorados,
la costumbre que imagina los juegos, los dinteles
y las molduras, el sonido monocorde
del teléfono.

Mi música de ángel que vuelve a las llagas del día.

Sordos orificios de automóviles vacíos, el roce
de películas antiguas desde el piso gris de los ojos ausentes...

¿Quién sabrá de las linternas que iluminan los pasos de la estrella,
los sueños de juventud, el movimiento de las caderas que es futuro
y candor?

Luego, la canción gris de la locura, escuchando los trinos
de la sangre que desconocen los espejos del mar.

En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo.

Un poemazo, amigo Ramón, como no podía ser menos, y del que gustosamente me llevo el cero y lo pongo en circulación para disfrute de los demás.

Un abrazo.

"En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo."

Después de leer estos versos el mundo es un lugar más hermoso.

Ovación cerrada y sostenida, Ramón.

Abrazos.

Ramón Carballal escribió:Esta casa abre su gesto de boca inmensa,
su osario de pájaro
o alguacil.

Dentro, los pasillos escarlatas, los dorados,
la costumbre que imagina los juegos, los dinteles
y las molduras, el sonido monocorde
del teléfono.

Mi música de ángel que vuelve a las llagas del día.

Sordos orificios de automóviles vacíos, el roce
de películas antiguas desde el piso gris de los ojos ausentes...

¿Quién sabrá de las linternas que iluminan los pasos de la estrella,
los sueños de juventud, el movimiento de las caderas que es futuro
y candor?

Luego, la canción gris de la locura, escuchando los trinos
de la sangre que desconocen los espejos del mar.

En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo.

Una descripción alucinante de esa atmósfera que existe desde los albores de la civilización.
Con el exquisito recurso de las imágenes surrealistas, logras un engarce de ideas poéticas que desembocan en un final que es todo un hallazgo poético, potente, humano, extremadamente humano, que emociona dejándonos en la evocación silenciosa de nuestra propia sombra.
Debo confesarte, además, que la disposición formal de tu poema facilita enormemente la aprehensión, y aumenta las ganas de leerlo. El ritmo se encuentra claramente amplificado por el recurso de la repetición de morfemas en sectores claves del poema. Como ejemplo, fijémonos en ésta estrofa:

¿Quién sabrá de las linternas que iluminan los pasos de la estrella,
los sueños de juventud, el movimiento de las caderas que es futuro
y candor?

Un gran abrazo, amigo.
Óscar

Un poema muy hermoso en el que has reflejado con maestría el tema y con gran realismo.
Besos
Pilar

Maravillosa entrega, toda la calidad de una obra magnífica. Dejo abrazos. RJL

Das con tu alquimia otra luz, otra atmósera a las cosas.

Un placer siempre, compañero.

Siempre un gusto leer sus aportes regios
amigo poeta.
Le dejo saludos cordiales.

Siempre hay en tus poemas una nostalgia umbilical que imbuye al contexto de una revelación atemporal, como algo que se fija, como un humo de hueso, como una imagen
hecha con golpes de un timbal muy suave. Un gran placer de lectura. Abrazos.

Ramón Carballal escribió:Esta casa abre su gesto de boca inmensa,
su osario de pájaro
o alguacil.

Dentro, los pasillos escarlatas, los dorados,
la costumbre que imagina los juegos, los dinteles
y las molduras, el sonido monocorde
del teléfono.

Mi música de ángel que vuelve a las llagas del día.

Sordos orificios de automóviles vacíos, el roce
de películas antiguas desde el piso gris de los ojos ausentes...

¿Quién sabrá de las linternas que iluminan los pasos de la estrella,
los sueños de juventud, el movimiento de las caderas que es futuro
y candor?

Luego, la canción gris de la locura, escuchando los trinos
de la sangre que desconocen los espejos del mar.

En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo.

Un poema de enormes y profundas dimensiones, excelso en múltiples
Significados. En un telón de fondo mórbide de prejuicios, una luz
sublime nos guía a escenas más hondas en la experiencia humana.
Mis respetos, y admiración. Abrazos, ERA

Un poemazo de altura, Ramón.

Sensaciones, metáforas e imágenes caleidoscópicas...

Me ha gustado mucho
Aplausos a montones
Un beso
Ana

Antonio Urdiales escribió:Un poemazo, amigo Ramón, como no podía ser menos, y del que gustosamente me llevo el cero y lo pongo en circulación para disfrute de los demás.

Un abrazo.

Gracias, Antonio, por el generoso comentario y por el impulso. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:"En el ayer caben sombras y también luces, o llamas de infierno
o magdalenas, o gatos que nunca han existido.

Igual que yo."

Después de leer estos versos el mundo es un lugar más hermoso.

Ovación cerrada y sostenida, Ramón.

Abrazos.

Muchas gracias, Hallie. Un abrazo grande.

Agradable el paso por tus sentidos versos, Ramón. Hay un duende
poético que recorre cada verso para disfrutar de la lectura.

un abrazo

Me ha encantado leer este gran poema, Ramón.
Una voz manantial sabiamente conducida hace de tu trabajo una magnífica pieza, amigo.
Recibe un abrazo.
Felipe.