Sedunda página: Maldito diario...
Publicado: Sab, 23 Nov 2013 18:45
Maldito diario: Te vuelvo a escribir,
esta vez del mejor culo de la ciudad.
Se mete dentro de una 36
y tiene un pelo que ni los anuncios de champú.
Es el puto verano en persona,
si pasas a su lado notas el calor
y sientes la brisa del mar en la nuca.
Ni te digo nada si te coge de la cintura
o te araña la espalda,
es como correrse en el mar, o algo así.
Maldito diario: Ayer conocí
y hasta le rocé los labios
del maldito pecado hecho mujer.
Llevaba un modelito vintage
y yo cuatro copas de más
de un licor amarillento
que quita las penas de diez en diez.
Sus piernas son lo más parecido
que he conocido
a eso que llaman paraíso
y eso que llevaba unas calzas
que ya me hubiesen gustado
poder arrancar
junto a mis miedos.
Sólo bastó el roce de sus labios
para creerme flotando
dentro de una burbuja
entre la multitud.
Maldito diario: Cuando volví a casa
ella no estaba
y casi que yo tampoco.
Y descubrí lo cerrada que es la noche
en mi habitación cuando
alguien me falta y yo me sobro.
Maldito diario: Ayer sentí que era verano
en pleno noviembre
y hasta se convirtió en un mes digno,
pero maldito y jodido diario,
conforme vino todo se fue,
con un beso de cereza de despedida
y con una promesa con fecha de caducidad
que ahogaré en el mar más próximo
con una piedra atada
a todas las palabras
que no te dije ayer.
esta vez del mejor culo de la ciudad.
Se mete dentro de una 36
y tiene un pelo que ni los anuncios de champú.
Es el puto verano en persona,
si pasas a su lado notas el calor
y sientes la brisa del mar en la nuca.
Ni te digo nada si te coge de la cintura
o te araña la espalda,
es como correrse en el mar, o algo así.
Maldito diario: Ayer conocí
y hasta le rocé los labios
del maldito pecado hecho mujer.
Llevaba un modelito vintage
y yo cuatro copas de más
de un licor amarillento
que quita las penas de diez en diez.
Sus piernas son lo más parecido
que he conocido
a eso que llaman paraíso
y eso que llevaba unas calzas
que ya me hubiesen gustado
poder arrancar
junto a mis miedos.
Sólo bastó el roce de sus labios
para creerme flotando
dentro de una burbuja
entre la multitud.
Maldito diario: Cuando volví a casa
ella no estaba
y casi que yo tampoco.
Y descubrí lo cerrada que es la noche
en mi habitación cuando
alguien me falta y yo me sobro.
Maldito diario: Ayer sentí que era verano
en pleno noviembre
y hasta se convirtió en un mes digno,
pero maldito y jodido diario,
conforme vino todo se fue,
con un beso de cereza de despedida
y con una promesa con fecha de caducidad
que ahogaré en el mar más próximo
con una piedra atada
a todas las palabras
que no te dije ayer.