Editorial Alaire

Me entró vértigo,
con la idea de perderte.
Extravié el norte,
me salí del camino.
Y sentí eso que llaman,
tristeza y un vacío en el alma
al ver que ya no estabas.
Que de vacío no tiene nada
pues se siente cómo algo
dentro de mí llora y no calla.
Como si fuera un gato pequeño
agarrado con fuerza
a una vieja manta,
clavando sus pequeñas garras,
rayendo uno a uno los hilos
de una alma ya deshilachada.

Me entró vértigo
con la idea de no tenerte
y tú, lo viste en mi cara.
Me diste un beso
mientras tu sonrisa me abrazaba.
Cerramos juntos los ojos,
y con el tiempo pasando
alrededor de nosotros,
ya nunca tuvimos
que decirnos nada.

Siempre después de la tempestad suele llegar la calma, claro que tú lo dices de una forma mucho más poética y bella.

Ha sido un placer conocer tu letras.

Un abrazo

Un poema con muchos aciertos que me ha gustado leer. Gracias por traerlo.
Un abrazo.
Pepa