Editorial Alaire

Si no vuelvo a tu encuentro,
será que me hice luna y regresé
donde los pasos,
que enmudecieron llantos y alegrías
y el día no me quiso y me quedé
guardándote la noche.

Así, despierto en la palabra
me tendrás a barlovento,
en la voz que me recuerde
y en el verde que me cubra,
y en la mirada.

Me encontrarás detenido en el polvo de los días
y en la calma,
en el alma que me quiso en tus heridas
y confortó tus llantos,
me encontrarás en tu campo y en tu cielo,
en tu aurora y en tu ocaso,
en tu paso si caminas o en tu olvido
si decides olvidarme.

Porque no soy sangre aunque te habite
ni llanto aunque me llores,
porque tampoco soy luna
y ninguna de mis pieles te ha tocado,
ni siquiera soy amante
ni me has amado mas allá de los sentidos.

Solo soy la voz que te ha faltado,
el sentimiento fallido y la vergüenza,
la pasión que te atormenta o el amor
elevado a la máxima potencia,
inconfesable o inconfesado.

Solo soy palabra humilde entre tu boca
y su boca,
desnudo en tu desnudo y lascivia en tu silencio,
la pausa…
entre tu ropa y el miedo.

Si no vuelvo a tu encuentro
será que ya está escrito
el último de mis versos.

Me ha encantado pasar por tus versos, Miguel. Nombras y entregas absolutos, admirable tu entrega en los poemas.

Salud y felicidad.

Fabuloso poema, Miguel.

Lirismo y emoción poética conjugados de un modo sutil y perfecto.

Es triste, sí. Pero a veces así es la vida y así son las relaciones.

Aplausos, muchos
Ana

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me ha encantado pasar por tus versos, Miguel. Nombras y entregas absolutos, admirable tu entrega en los poemas.

Salud y felicidad.

Muchas gracias amiga.

Ana Muela Sopeña escribió:Fabuloso poema, Miguel.

Lirismo y emoción poética conjugados de un modo sutil y perfecto.

Es triste, sí. Pero a veces así es la vida y así son las relaciones.

Aplausos, muchos
Ana

Muchas gracias Ana. Un saludo