Editorial Alaire

[B]La posmodernidad mórbida[/B]

Los esperpénticos brazos contrahechos de la incipiente alborada,
como ávidas guillotinas fulgurantes decapitan con su espada.

Afluyen nubes de humo opaco a posarse sobre cielos de escayola.
Los sueños por sus diptongos se parten cual pusilánime amapola.

Durante un [I]impasse [/I]eterno de influjo de marea contaminada,
las parcas palabras asienten sonrisas por no saber decir nada.

Sombras decrépitas refleja el espejo de suspiros empañado.
El destino, al otro lado de las vías, toma el tren equivocado.

La tez raída de la hetera esperanza no esboza muestras de asombro.
Lluvia se desata, maizales anegados se reducen a escombros.

Derribo ejecutado, reconstrucción del hombre, solar de fracaso.
Indicios de tormenta restan, cenizas maleables tras su paso.

No quedan ojos por no llorar, ya no hay poesía por ser leída.
Tampoco níveas palomas de la paz que no hayan sido abatidas.

El presente es un rey ufano desvalijando a una inerme anciana.
El porvenir, la hodierna algazara de los hijos huérfanos mañana.

Me llevo con gusto el cero, de este grito necesario que prevé un negro porvenir por estos lares.

Un abrazo.

El título me llamó la atención, y trás leer tus versos cual gritos necesarios, me doy cuenta que no habría otro mejor para el poema.
Mi felicitación.
Un abrazo.

Me ha gustado esta inflamación de versos que confina la aorta lírica a presiones muy fuertes y lúcidas.

Saludos cordiales, Joel y gracias por compartir.

Mira, iba a decir que me trajo tu poema la Lectura en diagonal, ese índice de enunciados puros de los títulos de Panero, y me encuentro la cita de Hallie. Me la recordó por ese ritmo, como algo que corre quemando pasos para iluminar una verdad. Un placer, Joel, un abrazo.

Bienvenido a este foro y que la estancia te sea gata.
Un abrazo.
Pepa

Joel,

bienvenido a Alaire, amigo. Me ha gustado mucho tu poema, me parece
muy ambicioso y moderno, muy urbano. Ya el título referido a la
posmodernidad nos prepara para una sucesión de descripciones de
desdoblamiento identitario, derribo, caos, confusión, desesperanza... tan
presentes en este siglo. Creo que has sabido reflejar bellamente toda esa
angustia.

Ya no hay poesía por ser leída,

dices, y puede ser muy cierto, querido amigo. Posmodernidad y poesía no
son terminos que se conjuguen juntos fácilmente. Si acaso, "Postpoesía",
como diría Fernández Mallo.

Un abrazo.

Mil gracias por vuestros mensajes. Un placer estar por aquí. Al menos la poesía nos sirve, y no es poco, como tragaluz ante la rabia impotente que he querido plasmar con este vituperio de la contemporaneidad. Un saludo a todos.