Editorial Alaire

Cuando las manos recorten las alas de la tarde
volveré,
para encontrarme contigo y hacer la noche a tu medida,
para traerte a la vida y escucharte
entre el canto y el lamento,
entre el viento y la mirada.

Cuando recorras mi carne detenida
y las hojas regresen a tu encuentro,
cuando el silencio se apague
y mi voz construya los caminos al ritmo de la tarde,
volveré,
a sentarme en el azul de tu ventana
hasta que la luz se apague y nos vivamos,
hasta que tus manos vuelvan a decirnos.

Volveré sobre los lirios y las espinas,
en las esquinas del barro que nos hizo,
sobre el hechizo adolescente y la indolencia,
hasta la esencia misma de tu piel hecha palabra.

Volveré a sentir que me has amado
porque tus dedos regresan y acarician,
porque se sienten las horas desgranadas
y los poemas perdidos,
porque me ha dicho el instante que te nombre,
que te escriba,
que te explique que la vida me ha llamado
y he vuelto para quedarme
sobre las manos que abrazan y los ojos que suplican,
sobre las hojas que aprietan y los poemas que gritan,
sobre las horas,
entre las letras.

Volveré,
cuando tu boca recuerde y me recojas,
y me lleves contigo entre palabras.

Miguel,

me gusta mucho, amigo. Utilizas con mano maestra recursos poéticos muy efectivos. En particular las aliteraciones (Cuando, Volveré...) que van recorriendo el poema le confieren rotundidad y un esqueleto muy definido en el que el lector puede apoyarse y disfrutar. Tal vez tu temática (amor-ausencia) resulte un tanto reiterativa, pero eso no significa nada si los poema son buenos. Y, para mi gusto, lo son.

Un abrazo.

Pablo Ibáñez escribió:Miguel,

me gusta mucho, amigo. Utilizas con mano maestra recursos poéticos muy efectivos. En particular las aliteraciones (Cuando, Volveré...) que van recorriendo el poema le confieren rotundidad y un esqueleto muy definido en el que el lector puede apoyarse y disfrutar. Tal vez tu temática (amor-ausencia) resulte un tanto reiterativa, pero eso no significa nada si los poema son buenos. Y, para mi gusto, lo son.

Un abrazo.

Muchas gracias por tu comentario amigo Pablo. Un saludo.

Miguel Alcantud escribió:Cuando las manos recorten las alas de la tarde
volveré,
para encontrarme contigo y hacer la noche a tu medida,
para traerte a la vida y escucharte
entre el canto y el lamento,
entre el viento y la mirada.

Cuando recorras mi carne detenida
y las hojas regresen a tu encuentro,
cuando el silencio se apague
y mi voz construya los caminos al ritmo de la tarde,
volveré,
a sentarme en el azul de tu ventana
hasta que la luz se apague y nos vivamos,
hasta que tus manos vuelvan a decirnos.

Volveré sobre los lirios y las espinas,
en las esquinas del barro que nos hizo,
sobre el hechizo adolescente y la indolencia,
hasta la esencia misma de tu piel hecha palabra.

Volveré a sentir que me has amado
porque tus dedos regresan y acarician,
porque se sienten las horas desgranadas
y los poemas perdidos,
porque me ha dicho el instante que te nombre,
que te escriba,
que te explique que la vida me ha llamado
y he vuelto para quedarme
sobre las manos que abrazan y los ojos que suplican,
sobre las hojas que aprietan y los poemas que gritan,
sobre las horas,
entre las letras.

Volveré,
cuando tu boca recuerde y me recojas,
y me lleves contigo entre palabras.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Poema de ausencias y regresos, que pone patas arriba tu anhelo de volver.
Un abrazo,
francisco javier silva

Fco Javier Silva escribió:

Miguel Alcantud escribió:Cuando las manos recorten las alas de la tarde
volveré,
para encontrarme contigo y hacer la noche a tu medida,
para traerte a la vida y escucharte
entre el canto y el lamento,
entre el viento y la mirada.

Cuando recorras mi carne detenida
y las hojas regresen a tu encuentro,
cuando el silencio se apague
y mi voz construya los caminos al ritmo de la tarde,
volveré,
a sentarme en el azul de tu ventana
hasta que la luz se apague y nos vivamos,
hasta que tus manos vuelvan a decirnos.

Volveré sobre los lirios y las espinas,
en las esquinas del barro que nos hizo,
sobre el hechizo adolescente y la indolencia,
hasta la esencia misma de tu piel hecha palabra.

Volveré a sentir que me has amado
porque tus dedos regresan y acarician,
porque se sienten las horas desgranadas
y los poemas perdidos,
porque me ha dicho el instante que te nombre,
que te escriba,
que te explique que la vida me ha llamado
y he vuelto para quedarme
sobre las manos que abrazan y los ojos que suplican,
sobre las hojas que aprietan y los poemas que gritan,
sobre las horas,
entre las letras.

Volveré,
cuando tu boca recuerde y me recojas,
y me lleves contigo entre palabras.

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Poema de ausencias y regresos, que pone patas arriba tu anhelo de volver.
Un abrazo,
francisco javier silva

Muchas gracias