Análisis formal de un poema de Antonio Justel

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Óscar Distéfano
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Análisis formal de un poema de Antonio Justel

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Análisis formal de un poema de Antonio Justel

Para estas horas

compañera, podría parecer como si este día bronco
hubiera llegado dispuesto a exterminarnos del alma la sed
y la memoria;
… y, sin embargo, algún amor quedará sobre la mesa, alguna melodía
que se resista a morir, aquí y allá algún espejo roto o ajado,
siempre algún cariño rodando, algún beso último,
tal vez el primero;
... que esta amistad mía te dure; la que quiero cuidar y llevar en el pecho
contra todas las noches y propósitos, contra la propia muerte,
que te dure siempre, siempre;
y no, no te quedes sola frente al río,
pues la paz del agua destruye y besa, y luego, también, al recordarse;
... amiga, partamos, no importa;
ya ves, libres, cual viento mismo, con afecto nos reconocen y reciben los álamos;
[…y al marchar va la sangre serena,
pero dándose golpes tintinean las hojas y los caballos del pecho tascan
contra los muros del corazón; contra ellos piafan, y airados, terriblemente airados,
una y otra vez, con furia, por el alma pugnan, se hostigan y encabritan]


Análisis

En este poema, de hondo contenido, por cierto, y cuyo aspecto no consideraremos en este trabajo, el compañero Antonio Justel ha roto con las reglas de la versificación tradicional. Digo que ha roto porque me consta el amplio conocimiento que posee sobre métrica, recursos poéticos, y cuanto detalle atañe al arte de la versificación preceptiva.
Estos versos libres de cualquier exigencia métrica, pero que mantienen el ritmo poético (condición ineludible para que exista el poema), yo lo veo encuadrado notoriamente en la forma del versículo. En efecto, careciendo de acentos en lugares fijos y mezclando las medidas más variadas, el poema se apoya en otro tipo de recursos para generar la cadencia.

Trataremos de respondernos a estas preguntas, haciendo la salvedad de que son criterios muy personales que quizás difieran de los de otros colegas:

1.- ¿En qué se diferencia un poema en versículos de la prosa?
2.- ¿En qué se diferencia un poema en versículos del verso libre?
3.- ¿Cómo se produce el ritmo del lenguaje poético en este poema?


1.- ¿En qué se diferencia un poema en versículos de la prosa?

En el versículo el ritmo se produce por el recurso de la repetición, que puede ser: de las mismas palabras, de esquemas gramaticales, de figuras retóricas, de rimas casuales, de rimas internas; se produce, también, por la creación de campos isotópicos gramaticales y/o semánticos (ritmo de pensamiento), manteniendo, por más que se trate de versos largos, el aspecto visual del verso; es decir, los finales de versos no se cortan en partículas, ni en palabras átonas, existe la pausa estrófica y versal, y los encabalgamientos siguen los patrones estéticos del verso tradicional. Nada de esto ocurre en la prosa.
En este punto quizás sea conveniente señalar que la prosa poética, que difiere claramente del versículo, utiliza algunos recursos del mismo; pero, su característica fundamental es el lirismo de la voz poética, lo cual la distancia diametralmente de la prosa, aunque en su aspecto general (carece de pausa versal) coinciden.

En esta composición de nuestro poeta, observamos todo tipo de repeticiones: semánticas, sintácticas y fonológicas, las cuales constituyen la armazón rítmica fundamental del poema.

Antes de seguir con el análisis, quiero sentar postura con respecto al efecto que causan en un poema las rimas internas. Yo pienso que en un poema tradicional con ritmo de timbre, cualquier otra rima próxima interfiere negativamente sobre la eufonía del verso, ya que apaga o anula los sonidos de la rima que pretendemos imponer a conciencia. Por ejemplo, las rimas internas en un soneto clásico resultan siempre desaconsejables, Pero, tratándose de un poema en versículos, las rimas internas (ya sean consonantes o asonantes) son fundamentales para lograr la armonía rítmica. Es decir que, un mismo recurso que en un tipo de poemas resulta desacertado, en otro tipo resulta altamente positivo.

2.- ¿En qué se diferencia un poema en versículos del verso libre?

Considero que la diferencia fundamental entre estos dos tipos de versos radica en el hecho de que el versículo se basa casi absolutamente en versos que escapan a la posibilidad de cualquier conteo métrico, en la repetición de ideas con diferentes imágenes en sintagmas consecutivos, y apela a todo tipo de recursos de repetición sin rubor alguno, distanciándose de la métrica, del ritmo acentual. Son versos amétricos, con utilización abundante de partículas (artículos, pronombres relativos, copulativos, preposiciones, etc., que son elementos, más bien, de la prosa); mientras que el verso libre, desprendido de los ritmos de timbre y de la isometría, se sostiene, más bien, en complejas formas polimétricas, manteniendo la esencia lírica del lenguaje poético y el ritmo de tono y acentual.

Quiero creer que el término “verso libre” se empleó, en el postulado de los que acuñaron dicho término, para caracterizar la métrica de un poema que abjuraba de la isometría. El ritmo de cantidad existe también en un poema polimétrico, toda vez que siga una distribución organizada de los versos (como sucede en la silva tradicional). Entonces, los creadores del verso libre lo que pretendían era, más bien, renegar de los versos con rima y de la misma cantidad de sílabas métricas, antes que renegar de la métrica misma. Juan Ramón Jiménez, por ejemplo, a quien se considera uno de los pioneros del verso libro en español, lo que hizo fue versificación polimétrica, casi siempre dentro de la familia imparisílaba. Muy raras veces ha mezclado versos pares con impares; y, cuando lo ha hecho, sus razones eran nuevamente métricas. Ejemplo: un verso de 12 sílabas que podía cortarse, gracias a una inteligente y bien disimulada cesura, en dos versos yuxtapuestos, ya sea 5+7 o 7+5.

Pero es innegable que, en muchos casos, estas dos formas se confunden. Sólo en el caso del poema que nos compete, puedo decir que tiene más características del versículo que del verso libre.


3.- ¿Cómo se produce el ritmo en el poema?

Hagamos un análisis por bloques, a fin de facilitar la disección:

compañera, podría parecer como si este día bronco
hubiera llegado dispuesto a exterminarnos del alma la sed
y la memoria;


En estos versos de arranque, el ritmo está claramente basado en dos parejas de rimas consonantes y dos asonantes. Los versos, que parecerían prosa, son, sin embargo, gracias a este recurso, musicales entramados de palabras. En este punto es importante resaltar que la consecución pudo haberse logrado sin intencionalidad manifiesta; es decir, que tal hecho se engendró gracias a la experiencia (la persistente gimnasia compositiva), a un procedimiento casi intuitivo (o, mecánico, si se prefiere) de la psiquis creadora, de un autor acostumbrado ya a cierto ritmo. Esta virtud es, pues, privativa de los poetas avezados que mucho han practicado el arte de la composición poética en su característica preceptiva, tradicional. Para decirlo de otra manera, creo que muchas de las asonancias internas no debieron estar expresamente buscadas por el autor, porque los sonidos asonantados “a-a”,”a-o”, “e-o”, “i-a”, etc. son tan frecuentes en castellano que, más que buscadas, parecen inevitables. Pero, la virtud de alcanzar la cadencia agradable se encuentra, creo yo, en la disposición armónica de estos sonidos. Es muy común ver en poetas principiantes “islas” de asonancias en sectores ilógicos de un poema. Bueno, éste no es el tal caso.

… y, sin embargo, algún amor quedará sobre la mesa, alguna melodía
que se resista a morir, aquí y allá algún espejo roto o ajado,
siempre algún cariño rodando, algún beso último,
tal vez el primero;


En este siguiente párrafo poético señalaremos cuatro tipos de repeticiones: de vocablo, sintáctica, de antítesis y fonológica. La primera es profusa, donde el adjetivo algún/a, se repite cinco veces, formando paralelismos sintácticos que hacen ganar en intensidad rítmica; otra es la antítesis “aquí/allá”. Las antítesis se consideran, también, repeticiones, ya que se trata de una misma noción de algo contemplada positiva y negativamente. Y notamos la apoyatura fonológica de dos grupos de tres vocablos en rima asonante (embargo-ajado-rodando / espejo-beso-primero), más una pareja de asonantes muy próximas (melodía-resista). Todos estos recursos le otorgan a este párrafo una agradable cadencia. Luego, como fondo armónico, también llama la atención el hecho de que los agudos terminan en vocales diferentes entre sí, y diferentes al adjetivo repetido (amor-quedará-morir-tal vez), diferentes de “algún”. Esta pulcritud vocálica hace resaltar aún más el sonido de la vocal “u”.

... que esta amistad mía te dure; la que quiero cuidar y llevar en el pecho
contra todas las noches y propósitos, contra la propia muerte,
que te dure siempre, siempre;
y no, no te quedes sola frente al río,
pues la paz del agua destruye y besa, y luego, también, al recordarse;

En esta parte del poema encontramos varios recursos muy acertados, por cierto, para mantener el armónico ritmo del poema: repetición de la misma palabra, repetición de esquema gramatical “que te dure”, paralelismo: “contra todas las noches-contra la propia muerte”, rima consonante (cuidar-llevar), rimas asonantes (quiero-pecho / quedes-frente) y, en el último verso, el sutil recurso de la repetición vocálica en las sílabas tónicas (tres acentos que caen en vocales “a”, y tres en vocales “e”).

... amiga, partamos, no importa;
ya ves, libres, cual viento mismo, con afecto nos reconocen y reciben los álamos;
[…y al marchar va la sangre serena,
pero dándose golpes tintinean las hojas y los caballos del pecho tascan
contra los muros del corazón; contra ellos piafan, y airados, terriblemente airados,
una y otra vez, con furia, por el alma pugnan, se hostigan y encabritan]


En este cierre del poema, volvemos a encontrarnos con la repetición de la palabra “contra” (a más de "airados"), para crear singulares esquemas gramaticales, y un bien diseminado campo de rimas asonantes (libres-reciben / viento-afecto / marchar-va / serena-tintinean / tascan-piafan-alma / furia-pugnan / hostigan-encabritan) . Encontramos de nuevo una antítesis “una/otra”. También es destacable la profusión de verbos (se dice que el verbo es el alma de la oración) principalmente en el último verso, donde se yuxtaponen tres verbos con acentos en 1ª, 2ª y 3ª sílabas. Todos estos elementos (y otros que tal vez no haya yo detectado), utilizados armoniosamente, son los que le proporcionan a este poema amétrico, versicular, ese aire exquisitamente rítmico y musical, y muy agradable a la lectura, muy accesible a una buena entonación.

Por último, y para terminar con esta observación formal del poema, vemos la utilización de los corchetes, que advierten del cambio del discurso directo; y los puntos suspensivos en inicios de versos, que resultan como cláusulas desprendidas de ideas más generales, que dan la impresión de haber quedado tácitas en el poema. Un recurso más para vestir a este exquisito poema de un ropaje de indudable valor estético y, por ende, poético.
Última edición por Óscar Distéfano el Vie, 14 Ago 2015 1:18, editado 1 vez en total.
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Angel Sarroca
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Mensaje sin leer por Angel Sarroca »

Amigo Óscar,

Interesante artículo, del que comparto las reflexiones generales sobre versículo y verso libre.

El poema me parece bueno, aunque tengo mis dudas de que mucho de los efectos rítmicos por rimas internas que señalas sean más que coincidencias de fonemas normales en castellano, o busquedas de eufonías aisladas más que propiamente ritmo.
Tampoco estoy convencido de que el ritmo sea un elemento esencial del versículo, aunque si es el uso de otro tipo de recursos expresivos y figuras del pensamiento que no cabe considerar como propiamente rítmicas: Aliteraciones, metáforas, paralelismos, oposiciones, etc.

Un abrazo,

Ángel
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Víctor F. Mallada
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re: Análisis formal de un poema de Antonio Justel

Mensaje sin leer por Víctor F. Mallada »

Análisis rítmico del poema de Antonio Justel

El ritmo se basa en la secuencia de apoyos que el poeta usa para acompañar su lenguaje poético.

El ritmo implica cierta repetición y si analizamos el texto aquí incluido, sin fijarnos en el mensaje o la historia (que sería el sujeto de otro tipo de análisis) lo que tenemos es un texto en el que los signos de puntuación y las pausas versales nos dan la pauta para leerlo o en su caso recitarlo.

Veamos. Si recolocamos los versos de la primera estrofa según el criterio arriba indicado tendríamos un nueva diseño del poema. Si además llamamos an/ a las anacrusas, bin/ al ritmo binario (apoyo cada dos sílabas tónicas) y ter/ al ternario (apoyo cada tres sílabas tónicas). El resultado sería:

Para estas horas

compañera, (un solo apoyo “ñe”, las dos primeras sílabas en anacrusa. Crea expectación, todavía no hay ritmo)
podría parecer como si este día bronco (ritmo binario puro. Apoyos cada dos sílabas. Marcando ritmo para todo el poema)
hubiera llegado dispuesto a exterminarnos del alma la sed y la memoria; (Introduce las primeras variaciones al ritmo inicial: an/ter/ter/bin/bin/ter/ter/ter/bin/bin/bin. Mirad la simetría de apoyos: dos ternarios, dos binarios, tres ternarios, tres binarios).
… y, sin embargo, (un solo apoyo, sirve de pausa)
algún amor quedará sobre la mesa, (an/bin/ter/bin/bin/bin). Proliferación de binarios para entroncar con el ritmo inicial
alguna melodía que se resista a morir, (an/bin/bin/ter/bin/ter/bin). Aquí retoma las variaciones.
aquí y allá algún espejo roto o ajado, (an/bin/bin/bin/bin/ter/bin. Sigue el ritmo inicial con una pequeña variación antes de acabar el verso)
siempre algún cariño rodando, (lo mismo que el anterior)
algún beso último, (aquí presenta un anti-rítmico: -gún be- que en principio habría que evitar, pero que tiene arreglo si se pone un apoyo tónico cerca, para reconducir el ritmo, como es aquí el caso)
tal vez el primero; (y acaba la estrofa con dos apoyos ternarios, que ralentizan el ritmo. No está mal para acabar)

No sigo por no aburrir, pero es que el ritmo es algo más sencillo, más elemental, algo que se construye, no a base de rimas internas, ideas asociadas o demás parafernalia, que le pueden servir al poeta para llevar al lector a su huerto, pero que no son ritmo. El ritmo, en la poesía en español es sólo eso: la secuencia de apoyos tónicos de una forma más o menos repetida con algunas variaciones para evitar la monotonía.
Última edición por Víctor F. Mallada el Dom, 12 Ene 2014 12:32, editado 1 vez en total.
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Angel Sarroca
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Mensaje sin leer por Angel Sarroca »

Amigo Víctor,

Un análisis interesante. Comparto plenamente el análisis general y el último párrafo. Respecto a la descomposición rítmica del poema, lo que no veo es que el segundo verso sea binario puro:

podría parecer como si este día bronco/ an/óooo/óo/óo/óo/óo

Ya que requeriría un apoyo rítmico secundario en la primera sílaba de "parecer", que resulta un poco artificioso.

Ahora bien, cualquier texto castellano descompuesto en versículos es una sucesión, salvada la anacrusis, de ternarios y binarios, y más raramente de cuaternarios, ya que cuando la claúsula es teóricamente más larga, se produce inevitablemente una descomposición en dos con un apoyo intermedio, como por ejemplo en "plácidamente". El verso se construye cuando hay una cierta pauta interna identificable en la disposición rítmica, y cuando no la hay estamos ante un versículo, que puede seguir consituyendo un poema de mucha altura y ha sido usado por grandes autores, pero no es un poema en verso.

En un endecasilabo clásico, por ejemplo, el rítmo se produce por la repetición de acentos en 6ª y 10ª, y las variaciones por la posición de los acentos secundarios o incluso introducción de endecasílabos sáficos. En versificación moderna, se experimenta con más flexibilidad con la métrica y las variaciones, pero una disposición aleatoria de claúsulas binarias y ternarias (Que no digo que sea este caso) creo que no consituiría en si mismo un ritmo interno.

Saludos cordiales,

Ángel
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Víctor F. Mallada
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Mensaje sin leer por Víctor F. Mallada »

Hola, Ángel.

Efectivamente, en el segundo verso hay un apoyo suave en la sílaba -pa de "parecer" que podría hacer que el verso no sea binario puro, sino "impuro". Es sólo un tema semántico. Yo sigo la escuela de Tomás Navarro, para quien no existen ritmos cuaternarios, ya que éstos se pueden reducir a dos binarios.

Además, como soy músico, cuando leo o recito, mi oído me dice que hay un apoyo suave en dicha sílaba y que de alguna manera este apoyo también cuenta.

En la métrica clásica (y no tan clásica), el ritmo no se construye sólo por apoyarse en 6ª o 10ª (pongamos por caso), sino también por los apoyos intermedios que el poeta utiliza hasta llegar a esa 6ª y 10ª.

Gracias, amigo, por estas intervenciones y aclaraciones tuyas en un tema que a mi me parece fundamental a la hora de construir un poema.

Víctor
Antonio Justel
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Mensaje sin leer por Antonio Justel »

... aunque tardío, mi agradecimiento explícito a Óscar, Ángel y Víctor; un abrazo fuerte, amigos; Orión
"... nunca se da de lo que se tiene, sino de lo que se es".
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Óscar Distéfano
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Re: re: Análisis formal de un poema de Antonio Justel

Mensaje sin leer por Óscar Distéfano »

No sé si mi respuesta es extemporánea, aunque yo creo que nunca es tarde para aclarar dudas, para aprender.
En la observación silábica que has hecho del poema, estimado Víctor, no sé si resulta lícito descomponer el poema en una disposición que favorezca lo que pretendes demostrar. Deberíamos detectar el ritmo del poema a partir de como está escrito, teniendo en cuenta los encabalgamientos y los silencios más prolongados que se producen a finales de versos.

Yo sólo quiero defender que se puede lograr el ritmo poético con repeticiones de sonidos, de paralelismos y de acoplamientos ya sean gramaticales o semánticos, prescindiendo totalmente de cualquier apoyo secuencial tónico.
Víctor F. Mallada escribió:
No sigo por no aburrir, pero es que el ritmo es algo más sencillo, más elemental, algo que se construye, no a base de rimas internas, ideas asociadas o demás parafernalia, que le pueden servir al poeta para llevar al lector a su huerto, pero que no son ritmo. El ritmo, en la poesía en español es sólo eso: la secuencia de apoyos tónicos de una forma más o menos repetida con algunas variaciones para evitar la monotonía.
Veo que, además del ritmo de timbre, niegas también el ritmo de pensamiento. En cuanto a esto último, te trascribo un párrafo clarificador:

2- El verso libre de imágenes acumuladas o yuxtapuestas juega con la metáfora y otros tropos, sin trabazón sintáctica ni léxica. El ritmo no radica en su forma versal ni en la estructura sintáctico-semántica sino en la red de imágenes afectivamente enlazadas.
(Isabel Paraíso, dixit)

Ahora vayamos a lo nuestro. Según lo que leo en este texto de Paraíso, que me sirve de muy buen ejemplo, puedo concluir que el ritmo de un poema puede también construirse exclusivamente en base a rimas; es decir en base a la repetición del timbre sonoro. Prescindiendo, desde luego, de todo ritmo de tono. El ritmo de tono es sólo un ritmo más en la poesía en español.

Texto de Isabel Paraíso referente al verso libre rimado.

3- En el verso libre rimado, la base es la rima, y puede ser que no siga ninguna distribución estrófica y no respete estructura métrica alguna. Tiene raíces tradicionales y populares: canciones de corro, adivinanzas...

Caso original en este tipo de verso libre supone la obra de Leopoldo Lugones.

LA BLANCA SOLEDAD

Bajo la calma del sueño, /8/
calma lunar de luminosa seda, /11/
la noche /3/
como si fuera /5/
el blanco cuerpo del silencio, /9/
dulcemente en la inmensidad se acuesta. /11/
Y desata /4/
sucabellera, /5/
en prodigioso follaje de alamedas. /12/

He leído que este trabajo poético, Lugones lo ha creado con el propósito de demostrar que un poema puede desentenderse de los ritmos de cantidad, de tono y acentual, y aún así sostenerse con el ritmo de timbre.

Saludos.
Óscar
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