LOS TIEMPOS HERIDOS
Publicado: Jue, 31 Oct 2013 11:29
Vendrán hacia la luz
las hojas perdidas de tu otoño
y partirás a la deriva,
será tu juventud la herida que me nombre
sobre los bosques romos,
junto a la herida que niegas diferente,
en la mirada ausente que llora ante el espejo.
Recordarás la voz del viejo caminante
que te enseñó poesía entre los celos,
que despejó los velos de tu sangre
y te enseñó a besar sin mar ni madrugada,
que regaló la nada de su herida a tu recuerdo
y se quedó sentado en el andén del abandono
esperando el retorno que nunca te quiso.
Regresarás al eco solitario de tu piel crecida
y tejerás la huida de las horas que atormentan,
de los retratos altivos y las tardes solitarias,
de las lascivias parias que olvidarán tus pechos,
de las imágenes cargadas de crueldades,
de las verdades… y las mentiras.
Preguntarás por las vidas que te quise,
por los caminos que hice a medida de tu sueño,
por este amor pequeño que se apagó
entre los leños del hogar vacío,
por este verso mío que te vistió de domingo cada día,
y te perdió en algún oscuro calendario
que dejaste entre las sedas vanidades
de un diario, que se ocultó de mi nombre
y te apartó de mi carne de noviembre.
Añorarás a quién te quiso como nadie
cuando las tardes ahoguen y las soledades muerdan,
cuando te acuerdes de mí pintando de infinito el horizonte,
clavado en el madero de tu olvido,
sobre el monte perdido de tu primavera.
las hojas perdidas de tu otoño
y partirás a la deriva,
será tu juventud la herida que me nombre
sobre los bosques romos,
junto a la herida que niegas diferente,
en la mirada ausente que llora ante el espejo.
Recordarás la voz del viejo caminante
que te enseñó poesía entre los celos,
que despejó los velos de tu sangre
y te enseñó a besar sin mar ni madrugada,
que regaló la nada de su herida a tu recuerdo
y se quedó sentado en el andén del abandono
esperando el retorno que nunca te quiso.
Regresarás al eco solitario de tu piel crecida
y tejerás la huida de las horas que atormentan,
de los retratos altivos y las tardes solitarias,
de las lascivias parias que olvidarán tus pechos,
de las imágenes cargadas de crueldades,
de las verdades… y las mentiras.
Preguntarás por las vidas que te quise,
por los caminos que hice a medida de tu sueño,
por este amor pequeño que se apagó
entre los leños del hogar vacío,
por este verso mío que te vistió de domingo cada día,
y te perdió en algún oscuro calendario
que dejaste entre las sedas vanidades
de un diario, que se ocultó de mi nombre
y te apartó de mi carne de noviembre.
Añorarás a quién te quiso como nadie
cuando las tardes ahoguen y las soledades muerdan,
cuando te acuerdes de mí pintando de infinito el horizonte,
clavado en el madero de tu olvido,
sobre el monte perdido de tu primavera.