Editorial Alaire

Toda la especie humana en este grito,
en este arroyo toda la vertiente humana,
en este momento toda la leyenda virgen
contemplando mi erizada
pasividad.
Toda la calma en este asesinato que cometo
llevándome a los labios, vaporosamente,
tus ojos consintiéndome,
tus ojos conmigo dentro
del desierto, yo desnudo con eso colgando
entre las piernas como una ola aislada por la luna,
como una lengua muerta que bailaba
todo el tiempo en el centro de la misma sombra
vacía hasta que vino
primero un ojo y después otro, como dos
pasos atroces trepando por el anfiteatro.
No pregunté cual fue tu vestido primero
para esta ceremonia,
pero estaba mi boca moviéndose en tus ojos,
como el tablero mueve las piezas concentradas
cada una en su imagen hasta la rebeldía
de aproximarse a ver qué es aquello que oscila
detrás de la pregunta.
Y sacaste tu mano de tus ojos
y la hiciste vagar por el desierto
y la pusiste entre mis piernas, y todo pasó, me dices,
no queda nada que temer, todo pasó,
la humanidad, el grito, la leyenda,
todo pasó como acostar el rostro sobre una costra blanda
de sangre seca.
Y vaho
y últimos párpados.

Preciosas letras que he disfrutado. Dejo abrazos. RJL

Bruno Laja escribió:Toda la especie humana en este grito,
en este arroyo toda la vertiente humana,
en este momento toda la leyenda virgen
contemplando mi erizada
pasividad.
Toda la calma en este asesinato que cometo
llevándome a los labios, vaporosamente,
tus ojos consintiéndome,
tus ojos conmigo dentro
del desierto, yo desnudo con eso colgando
entre las piernas como una ola aislada por la luna,
como una lengua muerta que bailaba
todo el tiempo en el centro de la misma sombra
vacía hasta que vino
primero un ojo y después otro, como dos
pasos atroces trepando por el anfiteatro.
No pregunté cual fue tu vestido primero
para esta ceremonia,
pero estaba mi boca moviéndose en tus ojos,
como el tablero mueve las piezas concentradas
cada una en su imagen hasta la rebeldía
de aproximarse a ver qué es aquello que oscila
detrás de la pregunta.
Y sacaste tu mano de tus ojos
y la hiciste vagar por el desierto
y la pusiste entre mis piernas, y todo pasó, me dices,
no queda nada que temer, todo pasó,
la humanidad, el grito, la leyenda,
todo pasó como acostar el rostro sobre una costra blanda
de sangre seca.
Y vaho
y últimos párpados.

Bruno, hay poemas, muchos, algunos pasan de largo, otros se estacionan por tiempo limitado y pocos, tienen una fuerza tal que se instalan en forma vitalicia, como esas historias que nos cuentan de pequeños y permanecen y se fortalecen con el paso del tiempo. Creo, asumo, que éste, en mí, ya lo hizo y me siento en la obligación de agradecerte por el poema, por comprobar que a pesar del mundo, la sensibilidad vive y se manifiesta.
Un abrazo, Luna.-

Me parece un más que buen poema, el que nos dejas, una escritura donde se trasluce, por las numerosas brechas que deja un "pretendido aplanamiento", una riqueza de lo imaginario que no por picassiano o, quizá, más bien, pictórico, se apoya menos en la sutilidad decididament poética que sólo alguien que sabe de qué va "eso" (la poeticidad) es capaz de arrancar (nada menos) a un lenguaje de por sí democratizado.
Me ha gustado mucho. O más.

Un abrazo.

La vida entregada, sus abismos sulfurados, el cuerpo y sus itinerarios, la entrega, Bruno, la entrega. Siempre sacas todo de tí para ofrendarlo. Desposesión, irrisorio acometido de abandonarse para darse por completo.

Un abrazo fuerte y mi ovación sostenida, compañero.

como fractales maravilllosos, la experiencia sensual llevándose los ojos. diatriva adentro , enojo de sentir ... y vaho ... y últimos parpados.... perfecto

Has escrito un poema de versos hermosos que trascienden en el lector. Ha sido un deleite contemplar esta belleza
Besos
Pilar

Hermoso poema Bruno, se mete adentro con unas imágenes cautivadoras, todo pasó pero se queda adentro, donde no hay que mirar para comprender, y sigue doliendo. Un hermoso trabajo que he disfrutado.

Un abrazo.

Carmen

Ricardo, gracias por tu presencia, abrazos para ti.

Luna, lo que dices es muy alentador, te agradezco tu presencia y tu sensibilidad.

Julio, te agradezco, esa es la lucha, repoblar ese lenguaje democratizado, sacarlo sin extraer ni aislar. Te agradezco tu generosidad. Un abrazo.

Hallie, no queda otra que hacerlo, intentarlo mejor. Abrazo muy fuerte compañera.

Macedonio, algún día serán los últimos, sí. Abrazo grande.

Pilar, enhorabuena por ese nieto, mis mejores deseos para esa nueva vida. Un fuerte abrazo para ti.

Carmen, te agradezco tu presencia, es para mí una alegría que lo disfrutaras. Abrazos.