Editorial Alaire

Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

Qué bueno es ésto, por su franqueza, por su voz pura. Hacen falta dos en cada uno, el que se excede a sí mismo y se encuentra en todo y el que bloquea el retorno y aviva el hálito de cada forma, como el que sopla el molinillo para que no se caiga de su voluntad.
Mientras, somos todas esas criaturas que hay en tu poema.
No alcanzamos, pero se deja un rastro de belleza, tú lo demostraste.
Yo encontré un incienso de violeta y menta, ya me ha poseído, tanto que casi me meto la punta incandescente de la varilla en la nariz. No he sido capaz. Tengo que conformarme con el humo.
Un placer, Pilar. Un fuerte abrazo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima. .."




Pilar, si con todo esto, no crece, ¡ déjala como está ! es perfecta y tú la inmejorable, queda claro.


Un fuerte abrazo (la autoestima.... "auto"... ¿te sirve que te diga yo que eres de lo mejor?)
"...

Bellísimo. Lo comentaremos con calma (hay algún detallito). De entrada, me parece una de tus mejores obras, muy convincente y trufada de ingenio.
Felicidades, querida amiga y admirada colega Pilar, tienes una gran determinación, nunca te rindes. Y, claro, aparecen hermosuras como la que ahora nos presentas.
Un fuerte abrazo.

La autoestima está diseñada para funcionar como si de dientes de sierra se tratara, porque el mayor pecado de la autoestima es el egocentrismo, así que seguro que tú habitas en el verdadero santuario de la autoestima que está, al menos así lo creo yo, en esas pequeñas debilidades que nos hacen dudar de nosotros mismos cuando nos sobreponemos a ellas.

Claro, que tú lo dices mucho más bonito y con un aroma poético que ha endulzado mi mañana.

Un abrazo.

La percepción de lo hermoso que nos rodea y la conciencia y/o aceptación del yo puede convertirse incluso en una lucha de contrarios cuando acumulamos "factores" arraigados que nos pesan demasiado. Así me llego a mí tu poema. En cualquier caso, me ha parecido una obra muy buena y bella.
Mis aplausos, Pilar, y un abrazo.

Un espléndido poema nos regalas, Pilar.

Siempre es un gusto parar en tu posta, compañera.

Que te llegue mi abrazo cordial, va bien nutrido de estima, por sí tienes que recargar.

Precioso poema, Pilar. Te felicitc. Besos.

Preciosa creación maravillosa. Abrazo de luz. RJL

Bruno Laja escribió:Qué bueno es ésto, por su franqueza, por su voz pura. Hacen falta dos en cada uno, el que se excede a sí mismo y se encuentra en todo y el que bloquea el retorno y aviva el hálito de cada forma, como el que sopla el molinillo para que no se caiga de su voluntad.
Mientras, somos todas esas criaturas que hay en tu poema.
No alcanzamos, pero se deja un rastro de belleza, tú lo demostraste.
Yo encontré un incienso de violeta y menta, ya me ha poseído, tanto que casi me meto la punta incandescente de la varilla en la nariz. No he sido capaz. Tengo que conformarme con el humo.
Un placer, Pilar. Un fuerte abrazo.

Gracias, Bruno, Por tu extenso y grato comentario.
Ayer fui abuela de un niño que se llamará Bruno.
Besos
Pilar

En las alturas contemplo yo esa autoestima
que de fuera a dentro y de dentro a fuera
coloca el arte en forma y el sentir en fondo
para que la poesía diga lo que el poeta:

Si no fuera yo todo el mundo de mi mundo lo sería.

Un abrazo y aplausos, puesto en pie.

Pilar Morte, El oficio de una poeta talentosa brota de tus versos sin esfuerzos. Y sin esfuerzo y con placer se lee tu poesía, poeta!

Concha Vidal escribió:Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima. .."




Pilar, si con todo esto, no crece, ¡ déjala como está ! es perfecta y tú la inmejorable, queda claro.


Un fuerte abrazo (la autoestima.... "auto"... ¿te sirve que te diga yo que eres de lo mejor?)
"...

Gracias, Concha por tus gratificantes palabras. Tú sí eres un encanto
Besos
Pilar

Rafel Calle escribió:Bellísimo. Lo comentaremos con calma (hay algún detallito). De entrada, me parece una de tus mejores obras, muy convincente y trufada de ingenio.
Felicidades, querida amiga y admirada colega Pilar, tienes una gran determinación, nunca te rindes. Y, claro, aparecen hermosuras como la que ahora nos presentas.
Un fuerte abrazo.

Querido Rafel: Cuando me envías mensajes como éste me entra inseguridad porque quisiera seguir compartiendo el sentimiento de la forma más bella.
Gracias por tus palabras tan gratificantes.
Besos
Pilar

Pilar Morte escribió:Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

"Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida."



... Pilar, estimada, sólo una cosa: me ha encantado el poema, espléndido; he recogido los versos de más arriba porque reflejan, creo yo, la esencia, el resumen último o fondo del poema; ¿ conciencia...? Eso - dicen - tarda en llegar, pero, cuando acude, ya no se va; mi saludo; Orión