Algo más

[M. Sánchez]

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[Carmen López]

Como la vaguedad, el ánimo
tiene una cualidad equinoccial y amable
de músico de barrio,
que toca en los cafés a media noche
y hace sentirse al hombre pasajero,
un poco.

Tendemos a olvidarlo
y nos callamos todo lo importante,
pero hasta la ginebra
que queda en nuestro vaso, hacia el amanecer,
nos habla de nosotros.

Porque hay siempre algo más
en todas esas cosas que nos miran
desde la intimidad,
que en nada se parece
a vulgares negocios.

A veces,
algún tiempo más tarde,
esa vida
que se queda dormida
con vocación de sueño renovado,
deja manchas dispersas
de un ácido sulfúrico
en los labios.

Pues a mí, tus poemas me dejan una música en los labios, y una música que me suena a gloria cuando los leo. Así que contenta de quedarme con el cero y pasar temprano por estas maravillas que tú cuentas. Hermoso, como siempre.
Abrazos de los grandes.

Carmen

[Pilar Morte]

Un final fuerte para un poema que te hace deslizar por los versos suavemente colgados de la belleza.
Besos
Pilar

[Ignacio Mincholed]

Saludos Manuel.
Esas combinaciones ácidas... felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

[Guillermo Cumar.]

Se pegó el lirismo a tu poema y empezaste a ver cómo el sueño
regurgita ante las somnolencias del vaso a medias.

Disfruté de la lectura, amigo.

Un abrazo

[Quinteño de Greda]

Digo lo mismo que ios compañeros, que, el sabor que dejan tus versos al leerlos, no es ácido sulfúrico, ni mucho menos, además cada día saben mejor....¿será la edad?
Un placer pasar por tu rincón, amigo Manuel.
Un abrazo.
P.D. ya me gustaría leerte vía MP. una copla de esas de juventud...

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Óscar Distéfano]

Como la vaguedad, el ánimo
tiene una cualidad equinoccial y amable
de músico de barrio,
que toca en los cafés a media noche
y hace sentirse al hombre pasajero,
un poco.

Tendemos a olvidarlo
y nos callamos todo lo importante,
pero hasta la ginebra
que queda en nuestro vaso, hacia el amanecer,
nos habla de nosotros.

Porque hay siempre algo más
en todas esas cosas que nos miran
desde la intimidad,
que en nada se parece
a vulgares negocios.

A veces,
algún tiempo más tarde,
esa vida
que se queda dormida
con vocación de sueño renovado,
deja manchas dispersas
de un ácido sulfúrico
en los labios.

Rescato este excelente poema precioso y preciso en su decir, con un ritmo perfecto. Es una obra para el disfrute. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

[Carmen López]

lo vuelvo a leer, Manuel, todo una delicia. Abrazos de los grandes.

Carmen