Editorial Alaire

Macedonio Tracel escribió:Es esta parte del mundo.
La pereza y el miedo confirman
una postergación que raspa.
Lo que prefiero escuchar,
si no hay nuevas condiciones,
si no es que encuentro
por qué dura el humo
si no hay calor suficiente,
es si aman lo que aman.
Se desarman para encantarse
y con menos luz, aprovechan
a decirse que empiezan de nuevo.
Juegan con sus frases discontinuas,
admiten la natural indiferencia.
También sus perros aparecen con
los sombreros de guardián y los
pesan sobre una balanza robada.
En el medio, todos se van quedando
dormidos. Es como entrar en el olvido
cada uno puede parecer un nudo
cada cual, a su turno, un temblor,
un fuego que se va y de no creer,
algunos todavía insisten en dejar
lugar para las palabras tiernas
que nunca nos llegaron.

Pilar Morte escribió:La vida se presenta dura en toda la tierra. Tu poema testimonial es hermoso y lo he disfrutado.
Besos
Pilar

Carmen López escribió:Acá o allá, es todo igual, aunque pueda parecer diferente, es algo ingrato el sentir como le quitan a uno la esperanza, se la van robando con las mentiras y los años, hasta que la indiferencia es la más común de las monedas de cambio.
y no deberíamos dejarnos, es parte del disfraz de estos sapos, que nunca llegaran a príncipes.

Abrazo.

Carmen

Ignacio Mincholed escribió:Toda una crónica poética. Felicidades Macedonio.

Un abrazo.
Ignacio

Macedonio Tracel escribió:En esta parte del mundo pereza y miedo confirman una postergación
que raspa. Lo que prefiero escuchar, si no llego a entender por qué
el humo dura si no hay calor suficiente, es si aman lo que aman.

Se desarman y es para encantarse, porque con menos luz pueden
aprovechar y decir que empiezan de nuevo. Juegan a los dados
con frases discontinuas cuando admiten una indiferencia natural.
Siempre aparecen con sus perros con sombreros de guardián.
Lo que quieren es pesar la ropa sobre una balanza robada.

En el medio, ya todos se fueron quedando dormidos o es como entrar
en el olvido, cada uno puede parecer un nudo, cada cual a su turno
un temblor, un fuego que se va y de no creer, algunos todavía insisten
que debe dejarse lugar para las palabras tiernas que nunca llegan.

Macedonio Tracel escribió:En esta parte del mundo pereza y miedo confirman una postergación
que raspa. Lo que prefiero escuchar, si no llego a entender por qué
el humo dura si no hay calor suficiente, es si aman lo que aman.

Se desarman, y es para encantarse, porque con menos luz
aprovechan a decir que empiezan de nuevo. Juegan a los dados
con esas frases discontinuas en que admiten natural indiferencia.
Siempre aparecen. Hasta sus perros con sombreros de guardián
lo que quieren es pesar ropa sobre balanzas robadas.

En el medio... y ya todos se fueron quedando dormidos o es como
entrar en el olvido- Cada uno puede parecer un nudo, cada cual a su turno
un temblor, un fuego que se va y de no creer, algunos que todavía insisten
dejar lugar para las palabras tiernas que nunca llegan.

Macedonio Tracel escribió:En esta parte del mundo pereza y miedo confirman una postergación
que raspa. Lo que prefiero escuchar, si no llego a entender por qué
el humo dura si no hay calor suficiente, es si aman lo que aman.

Se desarman, y es para encantarse, porque con menos luz
aprovechan a decir que empiezan de nuevo. Juegan a los dados
con esas frases discontinuas en que admiten natural indiferencia.
Siempre aparecen. Hasta sus perros con sombreros de guardián
lo que quieren es pesar ropa sobre balanzas robadas.

En el medio... y ya todos se fueron quedando dormidos o es como
entrar en el olvido- Cada uno puede parecer un nudo, cada cual a su turno
un temblor, un fuego que se va y de no creer, algunos que todavía insisten
dejar lugar para las palabras tiernas que nunca llegan.