Página 1 de 1
Odio
Publicado: Jue, 24 Oct 2013 20:00
por DanieLopez04
A veces siento el odio correr en mi.
No puedo pararlo es algo que me supera.
Incansable y profundo como una larga espera
que me mantiene en un eterno sin vivir.
Estallidos de fuego y lava siento.
Que se queme el mundo, que arda el cielo.
Los puños ensangrentados de lidiar con el tiempo.
Latigazos de ira que me seducen y a los que me encadeno.
Muerte de mi amor, nacimiento de mi rabia.
Incesante prisión que me embarga el alma.
Desdichada situación, no puedo pararla.
Con mi odio todo es gris, muero.
Re: Odio
Publicado: Jue, 24 Oct 2013 20:25
por E. R. Aristy
DanieLopez04 escribió:A veces siento el odio correr en mi.
No puedo pararlo es algo que me supera.
Incansable y profundo como una larga espera
que me mantiene en un eterno sin vivir.
Estallidos de fuego y lava siento.
Que se queme el mundo, que arda el cielo.
Los puños ensangrentados de lidiar con el tiempo.
Latigazos de ira que me seducen y a los que me encadeno.
Muerte de mi amor, nacimiento de mi rabia.
Incesante prisión que me embarga el alma.
Desdichada situación, no puedo pararla.
Con mi odio todo es gris, muero.
Odiar es matar y suicidarse ya sea en el sentido espiritual, o muchas veces ( la tragedia humana) literalmente. Valoro enormemente los poemas del odio. Es una confesion genuina. No creo que el odioso busque compasion, mas bien es un intento sano de purgarse cortandose una vena. Una experiencia leerte Daniel. Saludos, ERA
Publicado: Vie, 25 Oct 2013 15:21
por Bruno Laja
Odiar es válido, es necesario, recupera el ser. He leído tu poema, honesto, puro. Quizá no sea odio. Odio es una palabra, como nihilismo, como blancura, como ejército de uno.
Yo ando estos días en prescindir de sistemas de equivalencias en la poesía, quizá por eso me aproximo erróneo. Pienso en pensar en dios, en la exigencia del credo de su contrario, los que creen en el amor han de creer en el odio, en el demonio. No es una posición ni un lugar, es una cabellera que te tapa el rostro y se está todo el tiempo dando manotazos con los ojos. Raigal poema, yema gótica, cansancio que vive de no parar la caída. Un abrazo, Daniel.