MENTIRA
Publicado: Mié, 23 Oct 2013 10:10
Volver sobre los sueños y decirte que aún existo,
que has llamado a mi locura y me has visto penitente,
envuelto en las mareas que me han hecho
indiferente a la ternura,
que he llorado la premura de perderte entre las horas
de la angustia y el silencio.
Volver sobre los tiempos que te hicieron compañera,
a la primera andadura de aquél cuerpo
que te buscó entre las dudas y te perdió entre los miedos.
Volver sobre los cielos que amanecieron sin alma
y te tuvieron dormida en la mentira,
sangrando en esta herida que nunca nos cerramos,
con la lujuria en las manos y la ceguera en la vida,
con la tierra prometida inmaculada de pasos.
Volver sobre la hierba que aún se manifiesta,
que nos recuerda arropados por la noche entretenida
en la furia malherida de ocultarnos
de aquél futuro de invierno que sepultó nuestros labios,
entre las garras del tiempo y la tristeza de amarnos
condenados a sentirnos derrotados.
Volver sobre los barros que nos hicieron destino,
para secarnos al sol de la distancia y derrumbarnos
sobre el polvo del camino que sepultó las miradas
y nos volvió diferentes,
peregrinos ausentes en busca de palabras.
Volver sobre la nada para sentir que vivimos,
para creer que quisimos y jamás fue suficiente,
para buscar en las horas y volar
contra los vientos del tiempo y las tormentas del alma,
contra el deseo que vuelve y que maltrata,
contra las olas que alejan nuestra orilla indiferente,
contra tu cuerpo y mi cuerpo recordados en desnudo.
Volver sobre esos mundos que nos mentimos conscientes
y olvidarnos poro a poro,
para siempre.
que has llamado a mi locura y me has visto penitente,
envuelto en las mareas que me han hecho
indiferente a la ternura,
que he llorado la premura de perderte entre las horas
de la angustia y el silencio.
Volver sobre los tiempos que te hicieron compañera,
a la primera andadura de aquél cuerpo
que te buscó entre las dudas y te perdió entre los miedos.
Volver sobre los cielos que amanecieron sin alma
y te tuvieron dormida en la mentira,
sangrando en esta herida que nunca nos cerramos,
con la lujuria en las manos y la ceguera en la vida,
con la tierra prometida inmaculada de pasos.
Volver sobre la hierba que aún se manifiesta,
que nos recuerda arropados por la noche entretenida
en la furia malherida de ocultarnos
de aquél futuro de invierno que sepultó nuestros labios,
entre las garras del tiempo y la tristeza de amarnos
condenados a sentirnos derrotados.
Volver sobre los barros que nos hicieron destino,
para secarnos al sol de la distancia y derrumbarnos
sobre el polvo del camino que sepultó las miradas
y nos volvió diferentes,
peregrinos ausentes en busca de palabras.
Volver sobre la nada para sentir que vivimos,
para creer que quisimos y jamás fue suficiente,
para buscar en las horas y volar
contra los vientos del tiempo y las tormentas del alma,
contra el deseo que vuelve y que maltrata,
contra las olas que alejan nuestra orilla indiferente,
contra tu cuerpo y mi cuerpo recordados en desnudo.
Volver sobre esos mundos que nos mentimos conscientes
y olvidarnos poro a poro,
para siempre.