ESPERARÉ
Publicado: Lun, 21 Oct 2013 11:19
Esperaré,
por más que tu destino me abandone
y tu piel me recuerde que has querido en otras manos
y no estás para mi boca.
Sembraré sobre la roca, consciente del alma que desprecio
y me sentaré a quererte cansado y malherido.
Esperaré,
por mucho que olvides que te quise
cuando éramos palabra escrita en la distancia
y te hice de sal bajo la luna,
cuando ninguna de tus horas borraba el calendario,
y mis labios brotaban en tu pecho
danzando enajenados el vals de tu locura,
desbocados.
Esperaré,
por más que tus caminos se hagan diferentes
y te alejes airosa en busca de palabras
que no sepan de angustias ni de llantos,
que no recuerden tanto las voces
que te hicieron de infinito sin horas ni lugares,
ni altares donde te dejé elevada,
en las pausas de este infierno que me borró
en cada madrugada,
sobre este miedo que me llenó de manos
para escribirte en cada pliegue de mi vida.
Esperaré otro cielo que no quiera arroparme
como entonces y le hablaré de ti,
por más que los silencios te recuerden
y me hagas pensar que me has herido,
por más que hayas tenido quien te abrace,
por más que hayas querido,
te volveré a sentir,
disuelta entre las hojas de este libro.
por más que tu destino me abandone
y tu piel me recuerde que has querido en otras manos
y no estás para mi boca.
Sembraré sobre la roca, consciente del alma que desprecio
y me sentaré a quererte cansado y malherido.
Esperaré,
por mucho que olvides que te quise
cuando éramos palabra escrita en la distancia
y te hice de sal bajo la luna,
cuando ninguna de tus horas borraba el calendario,
y mis labios brotaban en tu pecho
danzando enajenados el vals de tu locura,
desbocados.
Esperaré,
por más que tus caminos se hagan diferentes
y te alejes airosa en busca de palabras
que no sepan de angustias ni de llantos,
que no recuerden tanto las voces
que te hicieron de infinito sin horas ni lugares,
ni altares donde te dejé elevada,
en las pausas de este infierno que me borró
en cada madrugada,
sobre este miedo que me llenó de manos
para escribirte en cada pliegue de mi vida.
Esperaré otro cielo que no quiera arroparme
como entonces y le hablaré de ti,
por más que los silencios te recuerden
y me hagas pensar que me has herido,
por más que hayas tenido quien te abrace,
por más que hayas querido,
te volveré a sentir,
disuelta entre las hojas de este libro.