Editorial Alaire

"al explicarse, el verso nos explica;
lo verdadero es siempre inexplicable
y el poema se explica al llamear."

Pere Gimferrer



Deja que apoye en ti la voz,
que en ti transcurra y me desplace.
Eres el testigo que relampaguea
y apaga la corriente sin disminuirla.
Así recorro el cansancio con una antorcha en la espalda.
Y no requiero nombrar.
Y ningún nombre me requiere.

***

No estás
pero percibes
con el color cansado de tu iris las sacudidas de la lengua,
la cabellera de saliva alborotada,
el adorno que suma a la corona fugitiva la resta de su peso.
A través de tu boca inmóvil me alimentas
con racimos reventados.
Si pudieras decirme qué es antes,
el cuerpo o su sonido,
yo te hablaría más cerca,
me escucharía más lejos.

***

Aprovecho esencialmente el rumor discursivo de la insignificación
(todos los aromas que provienen manejan las figuras bajo el cortinaje).
La brisa como soplada a través de los ojos por unos labios cansados
deja en reposo vivo el corazón fuera del mundo.
Escucho pasos que vienen entre las palabras que se van.
Derrumban el arco sosteniendo la piedra coronaria.

Espléndido poema, lleno de sugerencia, donde la poesía explota por los cuatro costados. Un placer su lectura, Bruno.
Un fuerte abrazo.

Bruno Laja escribió:"al explicarse, el verso nos explica;
lo verdadero es siempre inexplicable
y el poema se explica al llamear."

Pere Gimferrer



Deja que apoye en ti la voz,
que en ti transcurra y me desplace.
Eres el testigo que relampaguea
y apaga la corriente sin disminuirla.
Así recorro el cansancio con una antorcha en la espalda.
Y no requiero nombrar.
Y ningún nombre me requiere.

***

No estás
pero percibes
con el color cansado de tu iris las sacudidas de la lengua,
la cabellera de saliva alborotada,
el adorno que suma a la corona fugitiva la resta de su peso.
A través de tu boca inmóvil me alimentas
con racimos reventados.
Si pudieras decirme qué es antes,
el cuerpo o su sonido,
yo te hablaría más cerca,
me escucharía más lejos.

***

Aprovecho esencialmente el rumor discursivo de la insignificación
(todos los aromas que provienen manejan las figuras bajo el cortinaje).
La brisa como soplada a través de los ojos por unos labios cansados
deja en reposo vivo el corazón fuera del mundo.
Escucho pasos que vienen entre las palabras que se van.
Derrumban el arco sosteniendo la piedra coronaria.

Es un poema excelente, para leer y releer, uff.
Abrazos, poeta

Te agradezco, Manuel, un placer siempre tu presencia. Un fuerte abrazo para ti.

Liz, muchas gracias, te agradezco la lectura. Abrazos para ti.

Si pudieras decirme qué es antes,
el cuerpo o su sonido,
yo te hablaría más cerca,
me escucharía más lejos.

Me parecen unos versos logrados y dicentes. Un gusto seguir tu poema
Besos
Pilar

Gracias,Pilar,siempre un gusto tu presencia. Besos para ti.

Espléndido poema Bruno, en verdad lo que haces es sumamente difícil amigo y no sé como lo consigues, pero lo haces, da igual el lenguaje, las palabras, el sentido de las mismas, pero nos dejas las sensaciones, tienes una poesía sensitiva, que toca y hiere, que toca y llena, según tú quieres. Un placer de los grandes este poema.
Me he enamorado de los versos que ha destacado Pilar, llevo un rato repitiéndolos, parecen un mantra.


Un abrazo.

Carmen

Arrebatadoramente bello, Bruno.

Tus poemas siempre son como lienzos al sol que se sombrean con la luz de la luna.

Tienes una prosa poética hermosa y vibrante que siempre apetece leer.

Besos
y
Aplausos
Ana

Carmen,eres muy generosa conmigo,te agradezco mucho.Abrazos.

Ana, siempre es un placer recibir tus palabras.Besos para ti.

Sí, el poema es ese relámpago que nos explica ¡Qué maravilla, Bruno!. Sabes que me encanta leerte. Abrazos.

Bruno Laja escribió:"al explicarse, el verso nos explica;
lo verdadero es siempre inexplicable
y el poema se explica al llamear."

Pere Gimferrer



Deja que apoye en ti la voz,
que en ti transcurra y me desplace.
Eres el testigo que relampaguea
y apaga la corriente sin disminuirla.
Así recorro el cansancio con una antorcha en la espalda.
Y no requiero nombrar.
Y ningún nombre me requiere.

***

No estás
pero percibes
con el color cansado de tu iris las sacudidas de la lengua,
la cabellera de saliva alborotada,
el adorno que suma a la corona fugitiva la resta de su peso.
A través de tu boca inmóvil me alimentas
con racimos reventados.
Si pudieras decirme qué es antes,
el cuerpo o su sonido,
yo te hablaría más cerca,
me escucharía más lejos.

***

Aprovecho esencialmente el rumor discursivo de la insignificación
(todos los aromas que provienen manejan las figuras bajo el cortinaje).
La brisa como soplada a través de los ojos por unos labios cansados
deja en reposo vivo el corazón fuera del mundo.
Escucho pasos que vienen entre las palabras que se van.
Derrumban el arco sosteniendo la piedra coronaria.

Pura grandeza, Bruno. De pies a cabeza un poema eterno.

Abrazos y felicidad.

Rosa, sí, nos explica, nos consuela.Abrazo grande.

Hallie, te agradezco profundamente. Abrazos y toda la felicidad para ti.

Extraordinarios versos. Un gusto venir a tus letras.
Un abrazo.
Pepa

Me uno al grupo de "afectados" que me preceden.

Verdaderamente deslumbrantes las potentes y atrapadoras sensaciones que tu pluma produce, compañero.

Va un afectuoso abrazo.

Pepa,agradezco tu presencia, un fuerta abrazo.

Nésthor, pues gracias por unirte.Un abrazo para ti