DESCENDENTE
Publicado: Dom, 06 Oct 2013 12:38
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Hay días en los que uno
recibe cartas con las alas rotas
y, de pronto, las calles se quedan solitarias,
y la luz cobra la densidad fría de los minerales
más oscuros.Untas la punta de los dedos con la humedad
de los surcos que dejaron allí las palabras,
los acercas a los labios
y el sabor acre del dolor
prende en ti la inesperada hoguera del abatimiento
y apoyas la mandibula en las manos
para poder soportar esa nueva corona.
Como un gorrión mojado
por esta impertérrita lluvia
te ovillas en la negación de la fragua
que moldea la evidencia al rojo vivo a golpe de latidos,
no quieres oir el inmenso retumbo
del martillo sobre el yunque del pecho,
cierras los ojos como si quiseras
que los párpados abarcaran el mundo
y lo apagara,
que todo hubiese sido un imperdonable error
y que tu dirección hubiera desaparecido del callejero
o que los afanosos funcionarios de correos
hicieran una infinita huelga de cartas caidas
(a veces, levantas la mirada
del papel:
las calles
siguen vacias, solitarias,
el universo se expande en su vastedad
y tú eres cada vez más
una partícula infinitesimal de la soledad).
2013
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Hay días en los que uno
recibe cartas con las alas rotas
y, de pronto, las calles se quedan solitarias,
y la luz cobra la densidad fría de los minerales
más oscuros.Untas la punta de los dedos con la humedad
de los surcos que dejaron allí las palabras,
los acercas a los labios
y el sabor acre del dolor
prende en ti la inesperada hoguera del abatimiento
y apoyas la mandibula en las manos
para poder soportar esa nueva corona.
Como un gorrión mojado
por esta impertérrita lluvia
te ovillas en la negación de la fragua
que moldea la evidencia al rojo vivo a golpe de latidos,
no quieres oir el inmenso retumbo
del martillo sobre el yunque del pecho,
cierras los ojos como si quiseras
que los párpados abarcaran el mundo
y lo apagara,
que todo hubiese sido un imperdonable error
y que tu dirección hubiera desaparecido del callejero
o que los afanosos funcionarios de correos
hicieran una infinita huelga de cartas caidas
(a veces, levantas la mirada
del papel:
las calles
siguen vacias, solitarias,
el universo se expande en su vastedad
y tú eres cada vez más
una partícula infinitesimal de la soledad).
2013
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