Editorial Alaire

Un ciclo entero deshojándose en Demasiado humanos, Julio. Sí, hay brotes, ramajes, luz incendiada, rastros, inmanencia.

Cuando se lee este final: diestro, total, vencedor

"Aquí,
en este no ser, halla su plenitud lo que somos,
tu, yo, dos corrientes seres amándose
sobre todas las cosas."

sólo queda ponerse de pie y aplaudir.

Abrazo fuerte.

Muy bello poema de Julio.

[quote="Julio Bonal"]

Es muy bello este poema, de donde yo entresaco esa capacidad, no siempre activada, de percibir y sentir lo pequeño, lo poco aparente, lo que diariamente escapa a nuestra atención. Un placer de lectura. Saludos.

Julio,

me encanta, me gusta muchísimo. El ambiente de paseo natural entreverado de emoción. La descripción del paisaje del alma, ese "ámbito lugar que me huye", "el más aproximado hogar"...

Lenguaje cuidadísimo y muy sugerente, original, de maestro, entre la ambición de eternidad y la delicada minucia de piedra vieja.

Me ha encantado.

Un abrazo.

Una auténtica belleza, este "Demasiado humanos" que pregona su amor con orgullo.

Ha sido un placer leerte.

Un abrazo.

Hola a tots,

Hallie, lo tuyo es ir a por un comentario y encontrar un regazo. Gràcies. Una abraçada.

Rafel, mestre, el solo hecho que estés, basta. Gràcies.

Roberto, como el título de cierto libro, little is beautiful, en verdad. Gràcies.

Pablo, aprecio enorme tu sensibilidad. Gràcies.

Antonio, si belleza has encontrado la has puesto tu. Gràcies.

Salut.

Excelente poema, Julio. Felicidades y un saludo cordial.

Ramon, muy agradecido, siento no poder abundar más por aquí a veces.

Juli

Julio y su muy hermosa poética.

Rafel,

Algo ha crujido imperceptiblemente por alguna parte. Sin palabras.

Una abraçada.

Me gusta la fuerza de este poema, el poder que irradian las palabras y la inusual utilización de las mismas (inusual quiero decir por la perfección de ellas).

Siempre mis saludos mediterráneos.

Ha sido un auténtico deleite deslizarme por este ramillete hermoso de versos. Un placer
Besos
Pilar

Julio Bonal escribió:Anduve perdido. Los árboles,
las nubes, el monte, el arco del leonado buitre,
la viva agua, el aire vivo, la piedra
vieja, experta en su soledad fría, tan muerta,
tan vivida, y tu, pequeñísima flor cuyo índigo mi bota
aplasta y a pesar de todo resistes, ese
ámbito lugar que me huye y huyo
y que hiere y ama, ése,
fue en la pérdida el más aproximado hogar.
Contra lo que pareciera,
no hablo de mí. A ti y a mí contemplo,
agazapados en el envés de este margen donde no llegan
los gritos de la codicia del ser que emerge,
fuerte, triunfador y hermoso,
hesitantemente eterno,
sobre el abismo de nuestra derrota. Aquí,
en este no ser, halla su plenitud lo que somos,
tu, yo, dos corrientes seres amándose
sobre todas las cosas.

trepidante ritmo para un decir elocuente, certero, afirmativo del amor en el tiempo. Ha sido un verdadero placer detenerme a leer este poema tuyo, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Concha, Pilar, Oscar,

Compañeros de música (no sólo, pero también) estamos en la misma orquesta, y me sorprende enorme cada vez la sensibilidad de tod@s y cada un@ de los instrumentistas. Va por vosotr@s.

Una abraçada.