Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió:Yace un sol en tu seno izquierdo.

Esa rampa, igual que el hielo cálido
de un lunes. En el jean la metamorfosis es azul,
la risa de la cremallera imberbe.

El blanco se atora en la infinitud del horario
y la penumbra.

Otro país en la mácula del mar, o quizá la mirada fija
en el rubor de las piscinas, o la sombra del último pub
con sones de mercurio en el jazz ambiguo.

Son ecos de la historia vieja, son racimos que lloran su cáliz
tras el hoy desnudo.

Aquí sigue tu cansancio,
tu ángel
o tu miedo.

Largos pasillos con dudas indefinibles(las lágrimas
bajo puentes sin un don, los castillos, las fachadas
que antes de ti ya fueron luz).

La mirada vuelve a su espejo de collares translúcidos,
sobrevive con el ascua de las tormentas
en su pilar angosto.

Porque yo que soy signo descubro la razón o la locura.

Más allá de tu noche o de la mía.

Carlos Justino Caballero escribió:Ramón Carballal[/presente en tus letras, Ramón, me llevo el cero y aplaudo tu talento.

La mirada vuelve a su espejo de collares translúcidos,
sobrevive con el ascua de las tormentas
en su pilar angosto.

Porque yo que soy signo descubro la razón o la locura.

Más allá de tu noche o de la mía.

Hallie Hernández Alfaro escribió:"Aquí sigue tu cansancio,
tu ángel
o tu miedo."

Una fuerza sobrehumana habita estos versos, Ramón. Todo el poema se defiende de la afonía, de su tránsito imposible.

Abrazos.

Óscar Distéfano escribió:

Ramón Carballal escribió:Yace un sol en tu seno izquierdo.

Esa rampa, igual que el hielo cálido
de un lunes. En el jean la metamorfosis es azul,
la risa de la cremallera imberbe.

El blanco se atora en la infinitud del horario
y la penumbra.

Otro país en la mácula del mar, o quizá la mirada fija
en el rubor de las piscinas, o la sombra del último pub
con sones de mercurio en el jazz ambiguo.

Son ecos de la historia vieja, son racimos que lloran su cáliz
tras el hoy desnudo.

Aquí sigue tu cansancio,
tu ángel
o tu miedo.

Largos pasillos con dudas indefinibles(las lágrimas
bajo puentes sin un don, los castillos, las fachadas
que antes de ti ya fueron luz).

La mirada vuelve a su espejo de collares translúcidos,
sobrevive con el ascua de las tormentas
en su pilar angosto.

Porque yo que soy signo descubro la razón o la locura.

Más allá de tu noche o de la mía.

Un poema delicioso. El primer verso es un impacto visual y sensitivo, un estremecimiento estético; y el remate del poema, aún más impresionante. La desbordante originalidad de las imágenes, gracias al dominio que la psiquis ha logrado de su entrenamiento surrealista, se derrama por todo el poema, apoyando el mensaje, produciendo emoción, ganas de leer, y una alegría extraña por tener la capacidad de disfrutar de esa otra cosa más extraña aún que se llama poesía.
Hoy por hoy, estimado Ramón (porque debo confesar que antes me parecías más inaccesible), mi humilde opinión es que has logrado el equilibro perfecto que me permite, como lector, aprehender la magia de tu poesía. Y me he vuelto un sincero admirador tuyo.

Un gran abrazo, amigo.
Óscar

Ramón Carballal escribió:Yace un sol en tu seno izquierdo.

Esa rampa, igual que el hielo cálido
de un lunes. En el jean la metamorfosis es azul,
la risa de la cremallera imberbe.

El blanco se atora en la infinitud del horario
y la penumbra.

Otro país en la mácula del mar, o quizá la mirada fija
en el rubor de las piscinas, o la sombra del último pub
con sones de mercurio en el jazz ambiguo.

Son ecos de la historia vieja, son racimos que lloran su cáliz
tras el hoy desnudo.

Aquí sigue tu cansancio,
tu ángel
o tu miedo.

Largos pasillos con dudas indefinibles(las lágrimas
bajo puentes sin un don, los castillos, las fachadas
que antes de ti ya fueron luz).

La mirada vuelve a su espejo de collares translúcidos,
sobrevive con el ascua de las tormentas
en su pilar angosto.

Porque yo que soy signo descubro la razón o la locura.

Más allá de tu noche o de la mía.

Concha Vidal escribió:Ramón , leo este poema como despacio, como de puntillas.
Desgrana un intimismo tierno y a la vez posee toda la fuerza del tiempo pasado.

Abrazos Ramón, mediterráneos por supuesto para mí.

José Manuel F. Febles escribió:Después de la intervención del poeta Óscar Distéfano, poco tengo que añadir, solamente repetir lo mismo de siempre, me encanta tu poesía y te sigo nombrando REY DE LAS METÁFORAS INCREÍBLES. Honor a quien se lo merece.
Felicitaciones sinceras.

Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles