Editorial Alaire

Se nos está enfriando
esa idea que muda la tristeza
cuando después de hablarnos, descubrimos
que no somos recuerdos sobre la piel salada
de un tiempo que fue tálamo.
Y confirmamos luego
que el mar sigue los pasos de una melancolía
parecida al silencio que persigue, a solo pocos metros,
la realidad mendiga detrás de una ambulancia.

Quiero entender tu niebla,
tus relojes parados como dólmenes,
tu palabra remota, tu despojo,
tu quedarte mirando la sucesión del día,
tu voz sobre la almohada,
los sueños que te roban el invierno.

Vivir no es ser anónimo.
El antes y el estar no tienen culpa.
La verdad es el punto de partida para llegar al rostro.

Cuánto cuidas los últimos versos. Hermoso poema que acerca el amor al vivir. Lo he disfrutado, como siempre.
Besos
Pilar

Me ha parecido especialmente hermoso, sobre todo como apunta Pilar ese final tan esmeradamente trabajado. Un placer-como siempre-leerte.

Un abrazo

Carmen

Manuel, aparte del final, me quedo con esta glosa, porque encierra en ella, el alma del poema...

Quiero entender tu niebla,
tus relojes parados como dólmenes,
tu palabra remota, tu despojo,
tu quedarte mirando la sucesión del día,
tu voz sobre la almohada,
los sueños que te roban el invierno.

Un abrazo.

Me encanta deslizarme por tus versos, Manuel. Me encanta cómo trabajas los versos, cómo sabes llegar al alma del lector. Mis aplausos, amigo. Un abrazo.

Pilar, gracias como siempre, amiga.
Un fuerte abrazo

Carmen, bueno, el final de este poema son afirmaciones que pretenden concluir algunas reflexiones previas no manifestadas explícitamente.
Me alegro que te haya gustado, amiga.
Te dejo un fuerte abrazo.

Quinteño, gracias amigo. Veo que te ha gustado el poema, y eso me alegra mucho.
Por cierto te dediqué hace unos días un poema con el titulo de "Amores que han vivido muy deprisa" que me parece que he olvidado contestar a los comentarios hechos, y que haré en breve.

Rosa, yo creo que lo importante de la poesía no consiste en sorprender la sensibilidad lingüística del lector, ni emocionar, ni conmover, con combinaciones de palabras poco habituales , ni siguiera remover pasiones o recuerdos que se guarden de una vida, sino SORPRENDER EL ALMA, eso es lo difícil y lo grandioso de la poesía.
Y te diré una cosa, la poesía que no entusiasma, la que no consigue entusiasmar al lector, releer el poema varias veces, y dar gracias al cielo por haberlo leído.....es que no vale.
Muchas gracias por tu lectura y por tus cariñosas palabras.
Un fuerte abrazo.